La activista intentó sabotear un mitin semidesnuda y denunció una supuesta agresión sexual del agente que la retiró mientras ella forcejeaba
La Audiencia Provincial de Madrid ha ratificado la decisión de cerrar el caso contra un agente de Policía Nacional que enfrentó acusaciones falsas de una feminista radical, activista de Femen, que alegaba que le tocó los pechos.
La individua denunció una inexistente agresión sexual del agente que la apartó de la cercanía de un mitin legal que ella y otras feministas radicales trataban (ilegalmente) de sabotear. Las activistas organizaron su exhibición habitual ante los fotógrafos congregados, desnudas de cintura para arriba y ofreciendo resistencia a que las retiraran los policías.
La defensa del agente corrió a cargo del sindicato Jupol. “No vamos a permitir que los policías sean fiscalizados por el único hecho de realizar su trabajo” manifestó a Confilegal Aarón Rivero, secretario general del sindicato. “Jupol estará siempre para defender a todos los policías frente a las denuncias falsas. Apoyaremos a todos los compañeros frente a cualquier ataque que sufran y cada vez que se ponga en duda su labor policial”, añadió.
Jupol defendió al agente de la acusación falsa de la feminista
El abogado de Jupol declaró al citado medio que se produjo “Un manifiesto abuso de derecho por parte de esta activista de Femen porque no solamente estaba intentando reventar un mitin legal, que tenía autorización administrativa, sino que intenta burlarse del juzgado alegando la existencia de unos tocamientos que se ha demostrado que son inexistentes gracias a la secuencia fotográfica completa, en la que se puede ver que la foto que se presenta como sustento de la querella es una potestad manipulada y ampliada para simular un tocamiento“.
En idéntico sentido, el magistrado-juez de Instrucción concluyó que: “El hecho de realizar la protesta desnuda de cintura para arriba suponía la posibilidad de que en su previsible reducción por la fuerza, se produjera algún contacto físico con su pecho desnudo, máxime si a esa reducción se oponía una resistencia activa“.
Doble derrota de la denunciante en los tribunales
La feminista radical estaba representada por Endika Zulueta, el mismo abogado que defendió al asesino Rodrigo Lanza. El letrado presentó como fundamento de la imaginaria agresión sexual una única foto seleccionada de una secuencia de veinte -tomada del agente mientras retiraba a la activista-, omitiendo las restantes que mostraban que el contacto físico entre la radical y el agente tuvo lugar durante un forcejeo.
Después de examinar las diligencias de instrucción previas, el juez de Instrucción concluyó que no se podía inferir que el agente había realizado tocamientos con intenciones sexuales en los senos de la querellante, y que podría haberse tratado de un contacto breve causado por la resistencia física de la querellante, que trataba de impedir la maniobra de reducción.
El Juzgado de Instrucción había decidido cerrar el caso debido a la falta de motivos para continuar con el proceso, ya que no se consideró que hubiera pruebas suficientes que justificaran la acusación alegada por la activista radical.
La Sección Sexta de la Audiencia desestimó un recurso de apelación presentado por la querellante contra la resolución del Juzgado de Instrucción de Madrid que en junio pasado archivó provisionalmente la causa.
La Audiencia concluyó que no existen pruebas que sugieran la comisión de un delito de agresión sexual por parte del agente, y así confirmó la decisión del Juzgado, imponiendo los costos de la apelación.
Los magistrados emitieron esta decisión en un auto del pasado 18 de octubre, notificado esta semana. Esta resolución es definitiva y no se puede apelar.