La operación clandestina, encargada por las supersticiones de sus padres, carecía de mínimas condiciones higiénico-sanitarias ni medios adecuados
Un bebé maliense murió desangrado la noche del domingo en Roquetas de Mar, Almería, después de que un falso médico, siguiendo las instrucciones de sus padres, le practicara una circuncisión clandestina. Esta intervención se llevó a cabo en una vivienda de la zona, sin las condiciones higiénico-sanitarias ni los medios adecuados.
Según indica el Diario de Almería, la intervención del falso médico provocó una hemorragia grave que los presentes no supieron controlar. Al percatarse de la gravedad de la situación, los padres decidieron llevarlo de urgencia al centro de salud más cercano, pero ya era demasiado tarde.
Los sanitarios no lograron salvar la vida del pequeño, cuya pérdida de sangre y otras complicaciones resultaron letales. Los servicios médicos certificaron la muerte del menor pocos minutos después de su ingreso y activaron de inmediato el protocolo policial, debido a las sospechosas circunstancias del fallecimiento.
Los padres del bebé maliense y el falso médico, detenidos
En torno a las once de la noche, trasladaron el cuerpo del bebé maliense al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicó la autopsia para esclarecer las causas exactas de su muerte.
La Guardia Civil detuvo a los padres del niño, también malienses, y al presunto falso médico que perpetró semejante intervención, y en las próximas horas los pondrá a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº6 de Roquetas.
Durante la jornada del lunes se realizó un registro de la vivienda en la que se había practicado la circuncisión al menor fallecido.
Nueva tragedia por circuncisiones y ablaciones de clítoris practicadas por chamanes
Según recuerda el citado medio, esta tragedia no constituye un hecho aislado en España. En varias ocasiones, menores han llegado a urgencias por prácticas similares realizadas en entornos domésticos por chamanes o mutiladores tradicionales sin formación médica, usando instrumentos sin esterilizar.
Estas ceremonias, habituales en algunos países africanos, se llevan a cabo con el objetivo de alejar el mal y proteger al menor. En Mali, país de origen de los padres y con 22,5 millones de habitantes, también es común la mutilación genital femenina, que ya ha afectado a casi ocho millones de niñas y mujeres.








