El consejero de Empleo de Castilla y León, Mariano Veganzones, tachó a los sindicalistas de ‘comegambas’ y les pidió que ‘devuelvan lo robado’
La palabra “comegambas” y las peticiones a los sindicatos de devolver lo robado ha sido el detonante para que el sindicato CCOO presente una querella contra el consejero de Empleo de la Junta de Castilla y León, Mariano Veganzones (Vox).
El Secretario General de CC.OO. Castilla y León, Vicente Andrés, afirmó el pasado martes que Veganzones se ha dedicado el último año a pedir a los sindicatos ‘que devuelvan lo robado‘, a llamarles “comegambas” y a reprocharles que se aprovechan de la financiación pública. El sindicalista añadió que el Consejero de Vox tiene “afán persecutorio con el sindicalismo de clase”.
El sindicato registró ayer una querella criminal por injurias y calumnias en el juzgado de Primera Instancia de Valladolid. Vicente Andrés explicó en la correspondiente rueda de prensa, recogida por Europa Press, que CCOO exige a Veganzones “que desmienta esas calumnias y esas acusaciones y que pida disculpas por los insultos”.
Según recoge El Mundo, los servicios jurídicos del sindicato estudiaron también querellarse contra el Vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, pero finalmente decidieron proceder contra el Consejero de Empleo, Mariano Veganzones.
La ley del embudo comunista
El titular de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, ha respondido ayer martes a la denuncia de CCOO recordando la criminalización, insultos y señalamiento que sufren sistemáticamente él y su partido por parte de los sindicatos subvencionados.
“Yo he sido salvaje y violentamente atacado verbalmente desde el primer día en que fui nombrado consejero”, respondió Veganzones. Sin entrar a juzgar la congruencia de la querella, el Consejero se limitó a puntualizar que él “siempre” se ha dirigido “con todo respeto” a las personas particulares y organizaciones.
Sindicalistas comegambas
El adjetivo “comegambas“, entre otros calificativos, se popularizó tras viralizarse fotografías de comilonas de capitostes sindicalistas durante las crisis económicas y de desempleo, consecuencias de gobiernos socialistas.
Los pavoneos gastronómicos de la aristocracia sindical, indiferente al sufrimiento de millones de parados mientras reciban su peaje de fondos públicos para comprar la “paz social”, se ha convertido en el símbolo de lo que significa realmente el término: “sindicatos de clase”.