Las investigaciones apuntan a que el esqueleto decapitado puede ser de un magrebí asesinado en un ajuste de cuentas entre narcotraficantes
Un esqueleto decapitado fue descubierto por un senderista el pasado miércoles en las inmediaciones del aparcamiento de las grutas de Canelobre, en el municipio de Busot, Alicante. Según confirmó la Guardia Civil, los huesos se encontraban en una zona de difícil acceso y la cabeza aún no se ha encontrado.
La línea de investigación seguida relaciona el hallazgo del cadáver con un asesinato vinculado a disputas relacionadas con el narcotráfico. Hace unos meses, en la misma zona, apareció un vehículo incendiado proveniente de Barcelona. La Guardia Civil está investigando si existe algún nexo entre ese vehículo quemado y el cuerpo descubierto el míercoles.
Según fuentes consultadas por el medio local Información, la Guardia Civil espera el informe definitivo de la autopsia del Instituto de Medicina Legal de Alicante. Por el momento, existen indicios que apuntan a que el cuerpo pertenece a un varón magrebí y presenta orificios de bala en consonancia a un posible ajuste de cuentas.
Descartada la muerte accidental
Desde del Instituto Armado confirmaron que el cadáver llevaba a la intemperie alrededor de un mes y el intenso calor y los animales aceleraron el proceso de descomposición y dispersión de los restos, porque faltan más partes del cuerpo, además de la cabeza.
Las fuentes explicaron que el cadáver estaba tan deteriorado que, por ahora, no se conoce la causa del fallecimiento ni la identidad del individuo. No obstante, parece que el difunto puede ser un hombre de origen magrebí, fallecido por muerte violenta. En consonancia, queda descartada la hipótesis de que sea una persona que sufrió un accidente mientras hacía senderismo.
Las investigaciones están en curso a cargo de un juzgado en San Vicente del Raspeig, y la Guardia Civil de El Campello se encarga de las pesquisas.