El republicano está dispuesto a seguir con sus duras medidas contra la izquierda radical que ha enfrentado a los estadounidenses
El escenario político estadounidense se encuentra bajo una gran tensión debido a que queda poco más de un año para celebrar las elecciones presidenciales. La persecución contra Donald Trump por parte del Partido Demócrata encabezado por Joe Biden ha protagonizado la campaña del republicano, lo que pensaron que sería una manera de desprestigiar a Trump, se convirtió en toda una estrategia comunicativa para el magnate que ha sabido aprovechar cada momento para potenciar su candidatura de cara a los próximos comicios electorales.
Trump, el presidente más respetado de los Estados Unidos en los últimos años
Los que han seguido de cerca los discursos de Trump, saben que el presidente norteamericano está dispuesto a combatir a los promotores de la Agenda 2030 aunque esto lo convierta en el foco de atención de la maquinaria mediática de la izquierda que intenta desprestigiarlo.
Donald Trump siempre ha sido muy claro con sus ideales, razón por la que ha sido tachado con innumerables adjetivos descalificativos en todo el mundo, pero esto no es más que ruido por aquellos que intentan detenerlo. El republicano consiguió ganarse el respeto de hombres como Vladimir Putin, Xi Jinping o el tirano que gobierna en Corea del Norte, Kim Jong-un.
Trump prohibirá la teoría crítica de la raza y la ideología de género de las escuelas
Recientemente, el favorito en las encuestas de los republicanos dio unas declaraciones en las que asegura que si vuelve a La Casa Blanca acabará con las políticas fuertemente ideologizadas y con la finalidad de dividir y enfrentar a la sociedad, todas impulsadas por los demócratas durante estos años de gobierno. “Prohibiré la teoría crítica de la raza y la ideología de género de extrema izquierda de nuestras escuelas. También sacaré a los hombres de los deportes femeninos”, afirmó el expresidente de los Estados Unidos.
Esto se suma otras medidas que han sido fuertemente criticadas por sus adversarios políticos, un ejemplo de una de estas es el muro en la frontera. Un proyecto que ha sido satanizado por la izquierda y aplaudido por todos aquellos que han sido víctimas o han visto en primera persona cómo operan las mafias en la frontera entre el gigante norteamericano y México.