La Policía de Brasil realizó el jueves registros en residencias relacionadas con Jair Renan Valle Bolsonaro, el hijo menor del expresidente Jair Bolsonaro por supuesta estafa y blanqueo de capitales
El presidente Jair Bolsonaro y su familia se han convertido en el nuevo objetivo de la justicia brasileña fuertemente influenciada por Lula da Silva.
Desde que el líder y fundador del Foro de Sao Paulo ascendió al poder, la persecución hacia Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, no ha cesado. Recientemente el juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes ha autorizado el descubrimiento del secreto bancario y fiscal del expresidente Jair Bolsonaro. Esto le permitirá a la Policía Federal ver sus archivos como parte de la investigación iniciada por la presunta desviación y venta de obsequios oficiales durante su mandato.
El objetivo de Lula es acabar con Bolsonaro y su familia
Jair Bolsonaro se encuentra, al igual que el presidente Donald Trump, en el ojo del huracán. El Foro de Sao Paulo está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para sacarlo del paso, así como está haciendo la administración Biden en Estados Unidos con Trump, que hasta la fecha debe enfrentar 91 cargos y cuatro juicios.
Ahora, las hordas de Lula da Silva van a por la familia del presidente Bolsonaro. La Policía de Brasil realizó el jueves registros en residencias relacionadas con Jair Renan Valle Bolsonaro, el hijo menor del expresidente Jair Bolsonaro. Esta operación policial busca castigar la presunta comisión de “delitos contra la fe pública, asociación ilícita y perjuicio al erario”, según la Policía Civil de Brasilia.
Jair Renan ya ha sido investigado por el Gobierno de Lula
En 2021, Jair Renan fue objeto de una investigación sobre presuntas prácticas de tráfico de influencias y blanqueo de capitales en relación con la sospecha de que había actuado a favor de una organización empresarial cuando su padre estaba en el poder. No obstante, el caso fue archivado el año pasado por la ausencia de pruebas. Admar Gonzaga, abogado de Renan, confirmó los procedimientos a los medios locales y afirmó que el interesado se encontraba “asombrado” con los acontecimientos.
En este momento, el expresidente brasileño se encuentra hospitalizado en São Paulo para una serie de pruebas. Además, enfrenta una serie de acusaciones de la Justicia brasileña, entre ellas por el levantamiento golpista del 8 de enero, cuando miles de sus partidarios atacaron de manera violenta los edificios de los tres poderes.
