El Reglamento de Servicios Digitales exige que las grandes plataformas dispongan de algún mecanismo para la supervisión y/o eliminación de información falsa o incluso dañina.
Desde que Elon Musk comprase Twitter hace un año por 44.000 millones de dólares, las controversias respecto a la red social no han parado. Elon Musk compró la plataforma para mejorar la libertad de expresión, ya que hubo muchos usuarios que se quejaban de que podían ser “baneados” fácilmente de la plataforma por tener un discurso conservador.
Los avisos desde la Unión Europea a Elon Musk han sido recurrentes (noticia en La Bandera), ya que han estado advirtiéndole que en Europa hay otra legislación y la tiene que cumplir, sobre todo, vigilando los “discursos de odio” que afirman que circulan en su plataforma.
Hace dos semanas, En una carta a Musk, Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, le ordenó que actuara, afirmando que había indicios de que X se estaba utilizando para “difundir contenidos ilegales y desinformación en la UE”.
“Permítame recordarle que la Ley de Servicios Digitales establece obligaciones muy precisas en materia de moderación de contenidos”, escribió Breton, instando a Musk a ser “transparente y claro sobre qué contenidos están permitidos… y a aplicar con diligencia sus propias políticas.”
Según Business Insider, se habría discutido a nivel interno la viabilidad de eliminar la disponibilidad de la aplicación en la región, o la de bloquear el acceso a los usuarios de la Unión Europea.
El Reglamento de Servicios Digitales (DSA), exige que las grandes plataformas como Meta (Facebook), Instagram, X… dispongan de algún mecanismo para la supervisión y/o eliminación de información falsa o incluso dañina. Esta nueva ley entró en agosto de este mismo año.