Somos uno de los países en Europa con más afición por los productos falsificados, especialmente los del sector textil de grandes marchas
Según el estudio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, el 20% de los españoles han comprado productos falsificados de forma intencionada en los últimos doce meses. Y la mayoría, el 80 por ciento, somos conscientes de que detrás de las falsificaciones hay organizaciones criminales; sabemos que la compra de estos productos es poco ético, perjudica a grandes empresas y destruye empleos.
Esta investigación de la Unión Europea también destaca que un 30 por ciento de los europeos justifica la adquisición de productos falsos cuando el precio del original es elevado. Esta cifra asciende a la mitad en el caso de los consumidores más jóvenes, de entre 15 y 24 años, la llamada generación Z.
España, a la cabeza en valor de bienes incautados
Por otro lado, según los datos recogidos a inicios de verano dentro de la operación policial Fake Star (llevada a cabo en los últimos meses en toda Europa y coordinada en territorio español por la Policía Nacional y la Guardia Civil), España también es el segundo país europeo por valor de bienes incautados, con casi 23 millones de euros (especialmente ropa deportiva, artículos de lujo y calzado, en su mayoría de China, Hong Kong, Turquía y Vietnam).
Junto con Hungría, España es el país europeo donde no solo se importan más productos falsificados, sino que también es el lugar donde se ensamblan y fabrican, ya que cuenta con estructuras ocultas en polígonos industriales, tiendas, almacenes y la complicidad de los fabricantes”, según han reconocido fuentes policiales.
Problema de educación
“Creemos que no es un problema regulatorio, sino de educación”, ha dicho Gerard Guiu, director de Andema, la asociación que defiende los derechos de marca de las empresas en España. “No se trata solo de proteger la propiedad industrial de las empresas, sino de proteger al consumidor. En determinados productos, como la cosmética o la farmacia, se puede poner en riesgo la salud si no se adquieren productos originales y certificados, con trazabilidad. Lo mismo ocurre con los juguetes de los niños.
Varios factores han agravado el fenómeno de la falsificación en los últimos años. Uno es el comercio electrónico. “Uno de los mayores problemas lo tenemos con la paquetería, sobre todo con las compras que se hacen por internet con paquetes que llegan sin identificación del remitente”, explican desde Andema.