Volvo Cars ha anunciado que abandona su objetivo de que el 100% de sus ventas globales fuese de vehículos completamente eléctricos para 2030
En el sector automovilístico existe una gran preocupación, al igual que en el seno del Gobierno de Pedro Sánchez y de su Ministerio de Transición Ecológica: no está cuajando la implantación del coche eléctrico.
Las previsiones agendistas/globalistas no se están cumpliendo ni en Europa y mucho menos en España. En nuestro país, hoy circulan alrededor de 200.000 coches eléctricos. Se necesitaría matricular más de 600.000 eléctricos al año para reemplazar 5,5 millones de unidades de combustión interna hasta 2030, de un parque actual de 30 millones. De esta manera no se perdería el “ritmo de descarbonización”, como apunta la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en la Península Ibérica.
La Agenda 2030, es su deseo globalista para España, quiere que circulen de aquí a unos pocos años, como mínimo unos 5 millones de vehículos eléctricos. Para los agendistas es vital cumplir con su “agenda de sostenibilidad” como compromiso internacional para hacer frente al “reto medioambiental”.
«Construir vehículos limpios»
Porque la movilidad sostenible es unos de los vectores fundamentales para la transformación de la sociedad, nos cuentan. “Las ciudades y organizaciones del futuro se están preparando para fomentar una movilidad sostenible, la descarbonización del transporte tiene que ver con la capacidad de construir vehículos limpios”.
Pero existen una serie de barreras que se deben tener en cuenta: el precio elevado de los vehículos eléctricos, la adecuación de la red de suministro eléctrico o los puntos de recarga. Según los últimos datos del Barómetro de movilidad de la patronal de fabricantes (ANFAC), España sigue a la cola de Europa respecto a infraestructuras de recarga pública.
La Asociación cree que lo que sucede en España es que no hay información suficiente y que el consumidor desconoce las cualidades del vehículo eléctrico, además de su merma notable en el precio en los últimos años.
También desmiente la «creencia» de que el uso masivo de esta energía para el transporte requiera de una mayor producción de electricidad, porque los sistemas de comunicación inteligente existentes permiten una gestión más eficiente.
30.000 puntos de recarga
España cuenta actualmente con unos 30.000 puntos de recarga. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, esta cifra debe triplicarse para 2030; 100.000 puntos de recarga para cubrir la demanda esperada.
La Agenda 2030, con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), demanda con urgencia la adopción de prácticas más sostenibles en todos los sectores, incluido el transporte. Para el sector automovilístico, esto implica un viraje hacia la eficiencia energética, la reducción de emisiones y la adopción de tecnologías limpias. De esta manera, dicen los redactores de la Agenda 2030, se contribuirá a luchar contra el cambio climático, pero también se contribuirá a mejorar la calidad del aire urbano, la salud pública y la innovación tecnológica.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
De hecho, la industria automovilística está directamente relacionada con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Entre los más relevantes se encuentran:
• ODS 3 (Salud y bienestar): Al reducir las emisiones de vehículos, se mejora la calidad del aire, disminuyendo así enfermedades respiratorias y cardíacas asociadas a la contaminación.
• ODS 7 (Energía asequible y no contaminante): La transición hacia vehículos eléctricos y la investigación en fuentes de energía limpias son clave para este objetivo.
• ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura): La innovación tecnológica en vehículos más eficientes y sostenibles y el desarrollo de infraestructuras como estaciones de carga eléctrica se alinean con este objetivo.
• ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles): Vehículos limpios y sistemas de transporte sostenible son esenciales para ciudades más habitables.
• ODS 13 (Acción por el clima): La industria automotriz, al reducir sus emisiones, contribuye significativamente a la lucha contra el cambio climático.
Volvo, Wolkswagen, Mercedes…
Pero la realidad nuevamente se impone ante las intenciones de los políticos de implantar los vehículos eléctricos a golpe de subvención y de eliminar los vehículos de combustión con impuestos o restricciones. Y es que Volvo Cars ha anunciado que abandona su objetivo de que el 100% de sus ventas globales fuese de vehículos completamente eléctricos para 2030.
Si hace unos días Volkswagen la que anunciaba su intención de cerrar plantas y aplicar despidos forzosos tras la caída de las ventas de sus vehículos, ahora Volvo Cars rebaja sus objetivos eléctricos debido a la disminución de la demanda de este tipo de coches. De este modo, Volvo sigue la estela también anunciada por Mercedes-Benz.
Actualmente hay unos 42 millones de vehículos eléctricos en el mundo, de los cuales, más de la mitad están en China. Además, 2024 está siendo un mal año para la serie histórica con un escaso crecimiento en matriculaciones. De hecho, en Alemania el volumen de ventas de eléctricos se desplomó después de que el Gobierno Federal anulase las subvenciones a finales del año pasado.








