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Cinco funcionarios de prisiones de Brians 2 son atacados por un interno marroquí con una navaja de afeitar

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El interno marroquí con una actitud muy violenta consiguió herir a dos funcionarios.

La nueva agresión a funcionarios de prisiones se ha producido el pasado sábado en el Centro Penitenciario Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires. Un preso de origen marroquí, que cuenta con antecedentes por comportamientos violentos, ha atacado a cinco trabajadores del centro con una navaja de afeitar que había escondido entre su ropa.

Los funcionarios intentaron reducir al preso, quien se había mostrado agresivo y violento en los disturbios que había generado previamente entre los demás internos. Sin embargo, la violencia mostrada por el interno imposibilitó que se le realizara un cacheo en profundidad y, cuando intentaron inmovilizarlo en una cama con sujeciones, este logró liberarse y atacó a los funcionarios con el arma blanca.

Según ha informado el digital El Caso, dos de los funcionarios sufrieron heridas antes de que el preso fuera reducido y la navaja confiscada. Además, el registro posterior de su celda reveló que escondía bolsitas con sustancias estupefacientes. El preso ha sido trasladado a otro centro penitenciario durante la mañana del domingo. A pesar de que la administración había acordado garantizar la seguridad de los funcionarios de las prisiones catalanas, siguen sucediendo episodios violentos como este.

La violencia en las cárceles de la comunidad autónoma de Cataluña es el pan de cada día para unos funcionarios de prisiones que tienen que enfrentarse a reclusos muy violentos, muchos de ellos de nacionalidad extranjera. Según el Instituto de Estadísticas de Cataluña (Idescat) en el año 2021 -año en que se publico el último estudio-, en las prisiones catalanas había un total de 7746 reclusos, 4008 de nacionalidad española y 3738 de nacionalidad extranjera. Entre los internos extranjeros, 1397 son del Magreb y 282 de África subsahariana. Los datos han confirmado la existencia de un alto porcentaje de presos extranjeros en los centros penitenciarios catalanes, desproporcionada con el peso demográfico de los foráneos, que sólo representan el 16,2% de la población.

Aumenta la violencia en las cárceles gallegas

La noticia de la agresión enlaza con otro ataque a funcionarios de prisiones que tuvo lugar el pasado lunes en la cárcel de Bonxe, en Outeiro de Rei (Lugo). Según ha informado el diario El Progreso, dos funcionarios de la cárcel de Bonxe resultaron heridos al tratar de controlar una pelea entre varios internos. El representante sindical de CSIF en la prisión confirmó al diario lucense que el balance del altercado fue de dos funcionarios de prisiones heridos leves: uno de los heridos se encuentra de baja por la lesión en el dedo, mientras que el otro ha sufrido heridas en una mano.

Ante estos acontecimientos, desde el CSIF han manifestado su preocupación por que este tipo de incidentes se produzcan, precisamente, en una prisión como Bonxe, destinada a reclusos “de bajo perfil de conflictividad o a punto de cumplir condena o en semilibertad”. El sindicato ha responsabilizado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias por derivar a la cárcel a presos que no cumplen con estos requisitos.

El representante sindical ha destacado que en la cárcel de Bonxe no existe un módulo de aislamiento o régimen cerrado para los presos más conflictivos, a diferencia de otras prisiones como la de Teixeiro en A Coruña. Según el CSIF, la dirección de la cárcel ha mostrado su colaboración, pero carece de capacidad para decidir quién entra o no en la prisión.

La deriva de la situación en el centro preocupa al sindicato, que ha exigido medidas para garantizar la seguridad del personal y del resto de los internos en la cárcel de Bonxe. Este último acto de violencia no ha sido un suceso aislado: el pasado 10 de marzo, un interno que discutía por su medicación se autolesionó y agredió al funcionario que se acercó a ayudarlo, provocándole la pérdida del conocimiento y su traslado al hospital.

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