Al cierre de ‘Cuarto milenio’, el comunicador habló de los periodistas de “nariz empolvada” que sus amigos los tienen que “sacar a rastras” de los bares
No se refirió a nadie en particular, pero si acusación si ha podido aludir a muchos presentadores actuales en las grandes televisiones, incluso de su mismo canal Cuatro o de Mediaset (Telecinco incluido).
Hablamos de Iker Jiménez que, ayer, desde la tribuna de cierre del programa de misterio ‘Cuarto Milenio’ aprovechó para hablar y sentenciar sobre esos que tanto le critican andan luego colocados y arrastrados por bares y discotecas, esos de gustos sexuales relacionados con jovencitos…
«Mi amigo Manu me contaba que de su local tenía que sacar a rastras a un presentador, muy digno él, de nariz empolvada como una croqueta por el suelo. Qué vergüenza, ¿no? Que cada uno se divierta como quiera, pero ahí ves que algo falla», dijo para abrir boca.
«Yo me considero un hombre decente. A mí no me van a encontrar con la nariz empolvada sacándome a rastras de un chiringuito», continuó el comunicador. «Como no me drogo, no me emborracho, no me voy de putiferio, no me voy con jovencitos o jovencitas, como no soy un depravado, la circunstancia es un lenguaje que no se entiende. Como no guardo rencor, alguno de los ataques que he recibido, tengo que tomármelo un poco así, con que algunos cerebros muy bien no pueden estar».
Misericordia con los drogadictos
«Hay que guardar cierta misericordia«, continuaba sin pelos en la lengua Iker Jiménez. «Todo el mundo se puede tomar una copa y yo no soy inquisidor de nadie, al revés, pero analizando la circunstancia de algunos personajes concretos, me ha llamado la atención», dijo en ‘Cuarto Milenio’.
«Lo que pasa entre bambalinas, también influye. La vida que yo tengo aquí delante de ustedes no dista mucho de mi cotidianeidad. Eso no es muy bueno ni malo, pero hay cierta coherencia que no veo en otros, a los que ves muy dignos atacando y luego los tienen que sacar a rastras con la croqueta. ¿Y si la borrachera mental permanente también influye? A mí no me puede pasar porque mi circuito vital no es así».
Iker Jiménez puso como ejemplo la conversación que una persona puede tener con «alguien que está pedo«. «¿No les ha pasado avergonzarse de algo? Se pone muy pesado y el diálogo es distinto. Como tú no hayas bebido y el otro sí… empieza uno a decir, usted está en una esfera y yo en otra. Pues algo así ha tenido que pasar con la campaña, sabiendo de las biografías de algunos y algunas».
Fuera del mundo de las drogas
Iker Jiménez insistió que siempre se ha «mantenido» fuera del mundo de las drogas y «eso me ha hecho no ser del club». Sus palabras dejan claro que sus más críticos son precisamente los que más se drogan y luego desvarían aquí y allá, incluso ejerciendo su trabajo frente a las cámaras.
«No me he drogado, no va conmigo y eso te hace antipático en algunos círculos. Yo soy feliz en casa con mi familia o trabajando. Intento ser decente y eso se ha convertido en una rareza».
«Cuando pasa la tormenta y uno analiza, pienso que no puedo guardar mucho rencor porque sé de las circunstancias de algunos y algunas», continuó su intervención.
Posible pelea con un célebre que iba pedo
Aprovechó para contar que recientemente casi tiene una pelea con un famoso en Valencia, cuando se acercó a él y le golpeó varias veces en el hombro. «Era alguien célebre y le vi achispado. Y en ese momento, recapacité y dije: ‘Es que estamos en dos órbitas’. Luego fue amable y evité una situación muy mala. ¿Se imaginan que me peleo con un célebre?«, planteó.
Cerró su intervención sentenciando lo siguiente: «La onda y frecuencia donde tú estás depende de muchas cosas. Esto empiezo a pensarlo de la campañita de marras de alguno. Porque yo también tengo mis archivos, ¿no? Y, claro, llueve sobre mojado».








