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Indignación y estupor ante la destrucción ambiental para la construcción de parques eólicos

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Diversos colectivos denuncian destrozos en montes gallegos, como el del Monte Acibal (Pontevedra), para convertirlos en polígonos industriales eólicos

Un parque eólico es una infraestructura con aerogeneradores que convierten las corrientes de aire en energía eléctrica. Los proyectos de parques eólicos impulsados en España sumaban ya a inicios del pasado año el doble de la potencia planificada por el Gobierno para esta tecnología en el año 2030. La planificación de Gobierno hasta el 2030 prevé incrementar en 21.700 MW la potencia eólica instalada actual (28.300 MW) hasta totalizar 50.000 MW a finales de la década, según recoge el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Sin embargo, los proyectos sumaban el pasado año 42.700 MW, casi el doble de la suma necesaria.

Y es que los 6.900 millones de euros públicos procedentes del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento, están atrayendo a determinados sectores.

El Ministerio para la Transición Ecológica está tramitando 697 proyectos de energías renovables, de los cuales 467 son de fotovoltaica, 211 eólicos, dos hidroeléctricos y 17 de hibridación.

Pero ¿qué está provocando esa ‘llamada’ a la creación de polígonos eólicos? Lo que muchos colectivos denuncian: la interesada destrucción de las zonas naturales (de maneras diversas)…

Denuncias del colectivo do Vento

Así, recogemos las denuncias de Colectivo do Vento, un grupo de gente rural defendiendo el medio rural y por un desarrollo eólico basado en el sentido común. Denuncias relativas al parque que se está levantando este verano en el Monte Acibal, entre Moraña (Pontevedra), Barro y Campo Lameiro. “Este monte era un monte salvaje y natural. Lo están destrozando para convertirlo en un polígono industrial eólico. Esta energía no es verde. Descanse en paz, Monte Acibal”.

Intento de paralización de las obras

Ya en junio, el colectivo Amil Sen Eólicos intentó paralizar las obras del parque eólico del Monte Acibal por el uso de “explosivos en el nacimiento del arroyo de Santa Susana y en medio de múltiples petroglifos“.

Posteriormente, y hace escasas fechas, como relata PontevedraViva, Amil Sen Eólicos ha continuado denunciando daños en el Monte Acibal por los proyectos eólicos en marcha. En esta ocasión, expresa su “indignación” por la desaparición de la Pisada do Mouro, un importante elemento etnográfico y patrimonial con forma de pisada que presentaba grabados de manufactura humana en los cuatro puntos cardinales. 

Vecinos procedieron a denunciarlo en el Seprona de la Guardia Civil, que contactó con Patrimonio y con la empresa constructora. La firma reconoció que estos elementos habían sido movidos del monte a unas casetas de obra para “evitar el malestar de los vecinos”.

Esta es una situación más que se suma a la patente falta de estudio y prospección de la zona, y que siempre tiene el mismo desenlace: la pérdida de elementos patrimoniales”, denuncian. Además, recuerdan que gracias a sus descubrimientos y comunicaciones a las autoridades patrimoniales se confirmó en este monte la mayor concentración de petroglifos de “Tetrasqueles” del mundo. Y solicitan una vez más una prospección adecuada en la zona, temiendo que muchos de estos símbolos ya hayan sido destruidos, y donde un grabado compatible con estos Tetrasqueles está a punto de ser dinamitado

Destrucción de 108 barreras fluviales

Y a la destrucción de este tipo de parajes, nos hacemos también eco del informe de la organización Dam Removal Progress de 2021. Contabilizó que nuestro país destruyó ese año 108 barreras fluviales (como presas, azudes o rampas), casi la mitad del total de 239 que se desmantelaron en toda Europa. Pero para el Fondo Mundial para la Naturaleza, el derribo de barreras fluviales tiene un impacto ambiental muy positivo: “Es la medida más rápida, fácil y barata para restaurar un río. En pocos meses recupera su territorio, la calidad del agua mejora, los bosques vuelven a cobrar vida

Respecto a las presas, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene contabilizadas más de 2.000 repartidas. Sus usos principales son el abastecimiento humano, el regadío, la producción hidroeléctrica y los usos industriales, y que en los últimos años se utilizan también con objetivos recreativos y ambientales.

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