A pesar de los cuatro cargos criminales presentados al expresidente Donald Trump y su entorno por el supuesto intento de manipular las elecciones de 2020, el fiscal especial Jack Smith aún no ha terminado con él. Además, se han imputado más de tres docenas de acusaciones por presunto acaparamiento de documentos clasificados en Florida.
El fiscal, amigo de la administración Biden, y el acusado más polémico de la política internacional profundizaron su enfrentamiento el martes con el surgimiento de nuevos datos acerca de la investigación en desarrollo encabezada por Smith sobre la supuesta interferencia electoral de Trump. El fiscal de la corte está ahora tratando de determinar el uso de fondos recaudados por acusaciones infundadas sobre un supuesto fraude electoral para financiar intentos de sabotear la infraestructura de votación.
Smith reprochó al expresidente más tarde aquel martes en una nueva comparecencia judicial, culpándole de hacer afirmaciones diarias que amenazaban con dañar al panel de jurados en Washington, la última señal de la creciente animosidad con la campaña de Trump antes de un juicio fijado para el día previo a las elecciones presidenciales de marzo. Esta noticia destacó la inusual situación de un juicio pendiente de un expresidente que se está presentando para recuperar la Casa Blanca, y los asuntos de libertad de expresión implicados en el enjuiciamiento del actual favorito de las primarias del Partido Republicano. Esto también plantea cuestiones sobre la forma en que Trump, debido a su posición, puede salirse con la suya con comentarios que jamás se permitirían a un acusado común.
Pero la cacería contra el presidente número 45 de los Estados Unidos no acaba ahí. No es solo la investigación de Smith la que trata las repercusiones de las elecciones de 2020. El condado de Fulton, Georgia, ha visto una serie de desarrollos legales con el expresidente Trump y otros 18 acusados esperando juicio. Esta semana, un juez celebrará una vista televisada para comenzar a tratar los asuntos sobre el caso de coacción, incluyendo si se dividirá para juicios más pequeños y con qué rapidez se podrían juzgar a Trump.
En Georgia, el ex secretario general de la Casa Blanca de Trump, Mark Meadows, está a la espera de saber si su apelación al sistema judicial federal tendrá éxito y los cargos serán desestimados.
