El camionero más mediático de la izquierda, Bulldog Punk, no soporta la presión de sus seguidores y anuncia que abandona las redes sociales
Roma no paga a traidores, en este caso la izquierda radical no perdona a Basilio, (conocido en Twitter como Bulldog Punk) su cena con Macarena Olona. El camionero más mediático de la izquierda no ha podido soportar la presión de sus seguidores y ha anunciado que abandona las redes sociales lamentándose de que no entiende “cómo es posible que los suyos le insulten y le amenacen”. Seguidores que, por otra parte, muchos llevamos años “sufriendo” y soportando -lo de ‘Punk’ le queda grande-.
Parece que Basilio se ha dado cuenta de lo que llevan tiempo alimentando, él y algunos colegas suyos de Twitter a quienes ahora Macarena Olona ha escogido como compañeros de camino para su transición al centro político (curioso centro, que no permite que te sientes a la mesa a cenar con quien te salga del alma).
El relato ya no se sostiene: no son pacíficos, ni demócratas, no se puede tender puentes con ellos; ni llegar a entenderse. Simplemente son radicales y, con esa radicalidad y determinación bien entendida, hay que combatirlos políticamente.
Por eso no caeré en el discurso moralista y buenista, no diré que me parece mal lo que algunos de la extrema izquierda y comunista están haciendo con Basilio; lejos de eso, lo aplaudo. Y por qué no decirlo, siento envidia de lo claro que lo tienen en ese sector ideológico.
Cancelación izquierdista al punk que cenó con el ‘enemigo’
Mientras vemos lo que pasa con abanderados de la batalla cultural en redes de la izquierda cuando blanquean a enemigos políticos contra los que se supone que luchan, en estos extraños tiempos algunos contemplamos con estupor e incredulidad como medios de comunicación e influencers de la derecha compadrean con enemigos políticos que quieren acabar con las libertades y, de ser posible, encerrarnos en un Gulag; y todo eso con el beneplácito de la audiencia que incluso ven con buenos ojos estos actos de irresponsabilidad.
¿A qué estamos jugando? ¿Qué nos estamos jugando? Son las preguntas que algunos deberían hacerse
¿A qué estamos jugando? ¿Qué nos estamos jugando? Son las preguntas que algunos deberían hacerse. Seguramente se me podrá tachar de radical, ese apelativo del que tanto se huye. Pues sí: soy radical, radical contra todos aquellos que promueven coartar libertades, contra todos aquellos que blanquean genocidas, contra todos esos que aplauden a dictadores de cuyas ideologías solo han nacido la muerte y la barbarie.
Si estás en la batalla cultural, así debería ser; si estás en otros quehaceres, me parece comprensible, incluso respetable, pero no hay que ir de lo que no se es.
Entiendo que algunos verán ciertas contradicciones en este artículo, se preguntarán “pero: ¿cómo se defiende la libertad coartando le existencia de otras ideologías?”. Es sencillo: si eres un amante de la libertad, no puedes permitir que el germen del totalitarismo se aproveche de la democracia para infectarla e intentar destruirla desde dentro.
Las malas hierbas de un jardín se alimentan del sustrato y el agua, al igual que la más bella de las flores, pero si permites que crezca acabará con todo lo que da belleza a ese jardín sin contemplación alguna. Viva la libertad bien entendida, viva a los que luchan por ella sin complejos.
mayo 5, 2023 @ 11:08 am
-¿A qué estamos jugando? ¿Qué nos estamos jugando? Son las preguntas que algunos deberían hacerse (LaBandera).
– Amén (yo).