Tanya Chutkan, la jueza puesta por Obama, emitió la orden tras las declaraciones de Trump en las que define a los fiscales del caso como “un equipo de matones”
La juez Tanya Chutkan impuso una prohibición a Donald Trump de criticar o atacar en público a los fiscales, al tribunal y a los posibles testigos del juicio sobre el presunto intento de anular los resultados electorales de 2020. Esta medida fue tomada por la magistrada, nombrada por Obama, para evitar cualquier acto que pudiera influir en el resultado de la investigación.
La orden fue emitida por la jueza Chutkan después de que Trump describiera a los fiscales encargados del caso como “un equipo de matones” y criticara el ataque a un testigo del caso como “un cerdo cobarde”. Según declaraciones de Chutkan recogidas por CNN, la jueza consideró que la situación presentaba “un peligro para la administración de justicia” y decidió imponer una orden de silencio.
La juez Chutkan advirtió que si Trump desobedece la orden, podría ser castigado. Como respuesta, Trump tomó su plataforma Truth Social para expresar su preocupación acerca de esta nueva restricción impuesta contra él. “Apelaré la sentencia de la orden de mordaza. ¡Es una cacería de brujas!”, sentenció.
El líder de los Republicanos habló nuevamente del juicio político y la controvertida prohibición de hablar, que definió como “inconstitucional”, durante un mitin celebrado el lunes en Iowa que fue cubierto por el Daily Caller.
El expresidente hizo una broma al compararse con el temible gángster de Chicago, Alphonse ‘Al’ Capone, apuntando que a pesar de ser mucho más peligroso, sólo había recibido una acusación, en comparación con sus cuatro procesos judiciales.
