Nuestra España abraza monumentos milenarios que describen el transcurrir de nuestra bella Historia. Y los fuegos y batallas no han podido con ellos
En LA BANDERA os hablamos de Historia, de patrimonio, y de una muralla extraordinaria, la más larga de Europa, y no nos referimos a la de Ávila, quizás la más popular; una obra defensiva de gran valor que se alza en un lugar estratégico de España.
La muralla de la que hablamos cuenta con una extensión increíble: de 6.541 metros, aunque ha sufrido una considerable transformación a lo largo de los siglos, tanto en tamaño como en estructura. Su origen: año 875, cuando Muladí Ibn Marwan fundó una famosa ciudad junto a un río, en un montículo llamado Cerro de la Muela.
Tanto la muralla como la alcazaba levantada en ese periodo tenían un tamaño menor que el actual. De hecho, la superficie intramuros pronto se quedó pequeña para la población creciente de la ciudad, y en 929 ya había arrabales desplazados fuera de las murallas.
En el año 930, Abd al-Rahman III conquistó la ciudad, y más tarde este lugar pasó por las manos de varias dinastías, dando pie a diferentes obras que modelaron sus edificaciones.
Las inundaciones del Guadiana también promovieron cambios, forzaron reformas y reconstrucciones. La riada de 1545 se llevó por delante tres arcos del Puente de Palmas, y se cree que también causó desperfectos en las murallas.
Y Alfonso IX tomó posesión de la ciudad
Tras la invasión mora, no fue hasta 1230 cuando Alfonso IX tomó posesión de la ciudad, dando así inicio a su etapa cristiana. Algunas de las obras que surgieron en esa época son la Torre Abarlongada y la torre de la catedral antigua.
En época de la Guerra de Restauración del siglo XVII, las defensas de la ciudad con la gran muralla de España tuvieron que ser reforzadas. En esta época se construyó el Fuerte de San Cristóbal, la primera fortificación abaluartada del lugar.
A finales del XVII se erigió la nueva muralla, que discurría entre el Baluarte de la Trinidad y la alcazaba. De esta forma, la antigua muralla medieval quedó inutilizada.
Debido a la Guerra de la Independencia Española, en 1811 sus torres observaron la llegada de las tropas francesas; la invasión fue un hecho. Pero en 1812, el ejército francés tuvo que capitular.
Una lucha contra la demolición
A finales del siglo XIX, las fortificaciones de esta ciudad se enfrentaron a una nueva amenaza. Empezó en 1880, cuando se registró la primera petición para derribar la muralla. Aunque el primer derribo de ese tipo se llevó a cabo en 1868, cuando abatieron la cortina del Fuerte de la Cabeza del Puente para conectar la calzada del puente con la Avenida Corolina Coronado.

Pero en 1931, tanto la muralla como la alcazaba fueron declaradas Monumento Nacional. La Comisión de Monumentos y la Real Academia de la Historia se oponían a los posibles derribamientos de la alcazaba; no pudieron evitarlos.
Muralla declarada Bien de Interés Cultural
La muralla más larga de Europa fue declarada en 1985 Bien de Interés Cultural, aunque su destrucción seguía en curso. No obstante, las fortificaciones comenzaron a verse como un patrimonio valioso, y los derribos se sustituyeron progresivamente por proyectos de restauración y mantenimiento.
Hoy, la Muralla Abaluartada de Badajoz, sigue resistiendo, imponente, como referente patrimonial de España. Una construcción espectacular y digan de visitar; la esperanza de que lo grande sigue vigente a pesar de invasiones, religiones extranjeras e invasiones bárbaras y apocalípticas.