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La provincia de Burgos cuenta con un monumento que se ha hecho viral: ‘la Petra española’

La iglesia de Gumiel de Izán cuenta con un extraordinario parecido con el tesoro jordano y gracias a las redes sociales hoy se ha popularizado en España

No solo lo dicen los turistas, ni los influencers culturales que pululan por todas las redes sociales o los grandes medios de comunicación de medio mundo. Las dimensiones catedralicias de la construcción y sus características similares con la arquitectura de la ciudad jordana han embaucado incluso a la prestigiosa revista National Geographic.

Este puente de diciembre, la pequeña localidad de Burgos, Gumiel de Izán, situada en la Ribera del Duero y conocida por sus excelentes vinos, ha conquistado a muchos turistas, pero por otras cuestiones.

Una de las siete maravillas del mundo desde 2007, Petra, en Jordania, es el complejo kárstico más impresionante del planeta tierra. Se encuentra a solo 80 kilómetros del Mar Muerto y en medio de un valle angosto. La sociedad árabe de los Nabateos creó este mágico lugar que se ha convertido en un reclamo mundial gracias a ‘El Tesoro‘, su construcción más peculiar. 

Un bello tesoro arquitectónico

Y en España, en un pequeño pueblo de solo 600 habitantes acoge la ya denominada ‘Petra española’; iglesia de una belleza singular, que no está tallada en la roca, pero los colores de sus materiales y los detalles nos transportan hasta Jordania.

El municipio burgalés de Gumiel de Izán guarda este tesoro arquitectónico, cuya «preciosa semejanza» con la joya nabatea ha asombrado a la revista National Geographic y la ha hecho viral.

La Iglesia de Santa María se halla en la Plaza Mayor de Gumiel de Izán. Fue construida entre los siglos XV y XVI sobre un templo anterior y en su costado sur se puede apreciar la fachada barroca que le ha otorgado el sobrenombre de la ‘Petra española’.

Dedicada a Nuestra Señora de la Asunción

La puerta principal, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, fue esculpida por los maestros Bartolomé de Herrera y Pedro Díaz de Palacio, siguiendo el estilo barroco clasicista. Fue acabada en 1627 y presenta una portada retablo con tres cuerpos y tres calles: la del centro representa escenas en relieve y las laterales se organizan mediante columnas corintias y hornacinas. Una estructura que se asemeja al Tesoro de Petra.

Los relieves centrales representan a la Asunción de Nuestra Señora y la Coronación de la Virgen sobre la portada adintelada, mientras que las calles laterales muestran una apariencia más sobria, apunta la prestigiosa revista.

En su costado sur se alza la fachada barroca que ha terminado por darle el sobrenombre de la ‘Petra española’, del que se ha hecho eco National Geographic. Tras subir escalinata de entrada, que realza todavía más su espectacularidad, según explican desde la revista, te encontrarás la puerta principal, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción.

El edificio religioso está dividido en una planta de tres naves y cuatro tramos con cubierta de crucería en su interior. Sobre el altar mayor se levanta un asombroso retablo tardogótico de comienzos del siglo XVI, que se dedica también a la Asunción de la Virgen.

En madera de nogal

Fue tallado en madera de nogal, policromada y dorada, donde se puede apreciar algunas escenas de la vida de Jesús y la Virgen María en los 20 relieves que tallaron. A los lados, se aprecian en los ábsides laterales dos retablos idénticos dedicados a Santiago y San Pedro, ambos obra del discípulo de Juan de Juni, Juan de Arteaga.

Entre sus tesoros mejor guardados se encuentran, como relata National Geographic, las pinturas en tabla del siglo XV, tallas de los siglos XVII y XVIII y capiteles románicos del desaparecido Monasterio de San Pedro de Gumiel, convirtiendo a la iglesia también en la sede del Museo Parroquial.

La iglesia también es la sede del Museo Parroquial, que guarda pinturas de tabla del siglo XV, tallas de los siglos XVII y XVIII y capiteles románicos del desaparecido monasterio de San Pedro de Gumiel.

Los tesoros de Gumiel de Izán

Este pueblo se ha convertido en una parada obligatoria para observar una de las fachadas más bellas del barroco burgalés, pero también otras maravillas arquitectónicas como los puentes de San Pedro y de San Antonio, sobre el río Gromejón, que recuerdan el pasado romano del pueblo burgalés.

Sus callejuelas también conducen hasta el castillo y las murallas, donde se encuentra el Arco de los Mesones, o hasta las ermitas de Cristo de Reveche y de la Virgen del Río, que forman la Ruta de las Ermitas.

También se puede seguir la Ruta de la Ribera del Duero, ideal para degustar alguno de sus vinos y maravillarse con la arquitectura de Norman Foster en la bodega Portia.

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