Actualmente se investiga a 302 personas, 165 de ellas alemanas. 137 sospechosos son extranjeros.
El crecimiento de la actividad criminal en Alemania no sorprende a nadie. La ola de criminalidad desde el 2015, año en que hubo la crisis de refugiados sirios, no ha parado de aumentar en el país.
Francia, Suecia, Reino Unido, Bélgica y Alemania, son los principales países que más ha subido la criminalidad y todos ellos tienen una cosa en común. Asimismo, esta criminalidad no solo se queda en la esfera “adulta”, los jóvenes también están empezando a ejercer una violencia que no se había visto nunca.
Este es el caso de la escuela Halle. Tamara Zieschan, ministra del interior, ha hecho de la lucha contra la delincuencia juvenil en Halle una prioridad absoluta. Junto con el alcalde Egbert Geier del SPD y los secretarios de Estado de los ministerios de Justicia, Educación y Asuntos Sociales, presentó ayer un plan de nueve puntos.
Desde hace unas semanas, los habitantes de Halle han notado que hay más policías alrededor de las escuelas. Los agentes ya llevan quince días apostados frente a colegios problemáticos como el Thomas Müntzer Grammar School.
Los ministros y el alcalde han dicho que la presencia de policías en las escuelas se incrementará en el tiempo hasta que la situación sea controlada. Asimismo, la patrulla de antidisturbios también estará como apoyo en caso de que se les necesite.
Los padres, antes de que los ministros y el alcalde de Halle se reunieran ya habían formado patrullas para vigilar a sus hijos, ya que hasta hace unas semanas, el problema no tenía solución. Ante esto, los ministros adviertieron que estos grupos “parapoliciales” eran una amenaza y que deberían dejar de existir de inmediato.
De lo que lleva de año, ya han sido un total de 12 detenidos, uno de ellos será encarcelado durante 5 años. En Halle se denunciaron a la policía 518 casos de violencia juvenil este año hasta agosto. Actualmente se investiga a 302 personas, 165 de ellas alemanas. 137 sospechosos son extranjeros.