Según denuncia el sindicato JUPOL, los agentes que sí disponen de chalecos antibala usan modelos con más de 30 años de antigüedad
Interior ha dado de plazo hasta este viernes, 27 de octubre, para que 13 agentes de la Policía Nacional del aeropuerto internacional de Manises (Valencia) devuelvan sus chalecos antibala, aunque España está en alerta antiterrorista.
La orden “Siguiendo instrucciones del Secretario General”, precisa que, en caso de no devolver el material solicitado, se pedirán responsabilidades disciplinarias. Esta decisión se emitió después de que el Ministerio del Interior anunciase el reforzamiento de la alerta antiterrorista en España.
Para ahondar en el sinsentido, se ordenó la devolución de los chalecos al día siguiente de que el propio Ministerio asegurase en una nota de prensa que “absolutamente todos los agentes de seguridad ciudadana o de cualquier especialidad que realice labores de protección antiterrorista dispone de chaleco”.
Retirada de protección a los agentes en un punto neurálgico como el aeropuerto
El portavoz del sindicato Jupol, Ibón Domínguez ha explicado a El Debate que se trata “sin lugar a dudas, de una medida injustificada y alarmante dada la actual situación de alerta antiterrorista de nivel cuatro reforzada en España debido a la tensión en Oriente Próximo entre Israel y Hamas”.
Para el portavoz, “resulta desconcertante que, en este momento, marcado por la elevada amenaza terrorista, se disminuya la protección de los agentes encargados de garantizar la seguridad en un punto neurálgico como lo es un aeropuerto”. Domínguez recordó que “en los últimos días, al menos diez aeropuertos de Francia y uno en Bélgica han sido evacuados por amenaza de atentados”.
Chalecos antibala de hace 30 años
Jupol también denunció en redes sociales que algunos de los chalecos de los agentes tienen más de 30 años de antigüedad y “los compañeros de prácticas siguen sin chaleco de dotación individual, muchos en seguridad ciudadana tampoco tienen, compañeras sin chaleco femenino, otros con modelos anticuados sin molle para poder portar una táser o cámara…”, desgranó el portavoz.
“Es imperativo recordar que la seguridad de los ciudadanos y de los propios agentes debe ser una prioridad inquebrantable para cualquier institución encargada del orden público”, reclamó.
“La seguridad no debe escatimarse ni ponerse en juego bajo ninguna circunstancia, especialmente en un contexto donde la prevención y la protección son fundamentales para salvaguardar la integridad de todos los implicados”, zanjó Domínguez.