Efectos adversos: reacciones alérgicas, neumonía, pérdida de visión, parálisis facial, trastornos de coagulación, o daño pulmonar y cardíaco
Un total de 17.379 británicos afirman haber resultado heridos o haber perdido familiares a consecuencia de la vacuna del Covid-19, según los últimos datos del Gobierno de Keir Starmer.
A pesar de las promesas de apoyo económico a los afectados, apenas 194 personas han recibido compensaciones a través del Programa Oficial de Indemnización por Daños Vacunantes.
El plan, que ya existía antes de la pandemia, otorga un pago único de 120.000 libras a quienes cumplan con los estrictos criterios de elegibilidad, que incluyen un nivel de discapacidad mínimo del 60%.
Esta condición ha sido ampliamente criticada por restringir el acceso a la ayuda a muchas personas con graves secuelas por vacunas Covid-19.
Hasta la fecha, el gobierno británico ha desembolsado alrededor de 23,2 millones de libras a los reclamantes.
Universidad de Yale
Mientras tanto, científicos de la Universidad de Yale han identificado un síndrome asociado a las vacunas de ARN mensajero para Covid-19. Utilizadas principalmente en el Reino Unido y fabricadas por compañías como Pfizer y Moderna.
Este trastorno, denominado “síndrome postvacunal”, parece estar vinculado a síntomas como la confusión mental, mareos, tinnitus e intolerancia al esfuerzo físico.
Algunos pacientes han mostrado alteraciones biológicas evidentes, incluyendo cambios en sus células inmunitarias y la presencia de proteínas del coronavirus en la sangre años después de la inoculación.
Virus Epstein-Barr
Además, la afección podría reactivar el virus de Epstein-Barr, asociado con síntomas gripales, inflamación de los ganglios linfáticos y problemas neurológicos.
En cuanto al sistema de compensaciones británico, las cifras oficiales revelan un aumento exponencial de solicitudes en los últimos años. En 2024, se registraron 9.554 nuevas peticiones de indemnización, lo que representa un incremento del 70% respecto a 2023.
Estos números contrastan drásticamente con la década anterior a la pandemia de Covid-19, cuando apenas se registraban entre 50 y 102 reclamaciones anuales.
Las compensaciones concedidas han estado asociadas a efectos adversos como reacciones alérgicas, neumonía, pérdida de visión, parálisis facial, trastornos de coagulación, daño pulmonar y cardíaco, entre otras afecciones.








