La víctima ha fallecido después de 3 días en estado crítico. La Policía busca al agresor, un joven magrebí grabado por testigos de la paliza
Los cargos que pesan sobre el joven magrebí en busca y captura desde el martes por propinar una salvaje paliza a un hombre –que se resistió a que le robara el móvil-, han pasado de robo con lesiones a presunto homicidio. La víctima, un vecino de Poblenou de 58 años, ha fallecido durante la tarde de este viernes, 15 de septiembre, a los tres días de su ingreso en la UCI del Hospital del Mar de Barcelona.
Tal como muestran las imágenes captadas por testigos, el ladrón se ensañó con la víctima tendida en el suelo. La llegada de ciudadanos que trataron de detener la paliza del magrebí al hombre caído, provocó que el delincuente tirase el móvil y huyera del lugar.
Muerte cerebral a las pocas horas del ingreso hospitalario
A pesar de la rapidez de la atención al herido por los médicos del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) y su traslado al Hospital del Mar, los repetidos golpes en la cabeza provocaron el agravamiento de su estado y pasó en cuestión de horas de crítico, a la muerte cerebral. Ante lo irreversible de su situación, la familia de la víctima autorizó a la donación de órganos.
Un ladrón magrebí reincidente, identificado y conocido de la Policía
Según ha precisado El Caso, agentes del Área de Investigación Criminal (AIC) de la región de Barcelona identificaron al violento ladrón, que fue captado por cámaras de seguridad y grabaciones de los vecinos testigos de la paliza. La agresión tiene lugar en los aledaños de la calle de la Ciudad de Granada, en el Poblenou, en el distrito de Sant Martí de Barcelona.
Pudo apreciarse al delincuente con suficiente claridad en vídeos y fotos como para que la Policía reconociera, presuntamente, a un joven magrebí que posee múltiples antecedentes por robos. El magrebí sospechoso sigue huido, pero se espera que los Mossos d’Esquadra detengan al presunto homicida en las próximas horas.
septiembre 16, 2023 @ 11:51 pm
Que raro que el asesino no fuera un turista sueco