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Policía Nacional herido grave tras una salvaje paliza grupal en un kebab de Vallecas

Testigos declaran que unos siete ‘sudamericanos de piel oscura’ emboscaron al agente fuera de servicio en la calle, le patearon y le pisaron la cabeza

Un agente de la Policía Nacional resultó herido de gravedad en el barrio madrileño de Vallecas tras recibir una salvaje paliza grupal por parte de un grupo de seis o siete «sudamericanos de piel oscura«, según describieron los testigos. Por el momento sólo hay dos detenidos.

El policía, que estaba fuera de servicio, intentó marcharse de un local de comida rápida, pero en la calle lo sorprendió una emboscada. Los agresores lo golpearon hasta dejarlo inconsciente y lo trasladaron de urgencia a un hospital, donde sigue ingresado.

Un sudamericano reconoció al policía fuera de servicio

Según la reconstrucción inicial, recogida por La Gaceta, el ataque tuvo lugar la noche del jueves en un establecimiento de la calle Puerto de Balbarán, en Entrevías. Un cliente de origen sudamericano comenzó a increpar al agente al reconocerlo como funcionario, y el policía decidió abandonar el local para evitar problemas.

Al cruzar la puerta, varios sujetos lo rodearon, lo tiraron al suelo y empezaron a agredirlo. Testigos y la denuncia del agente detallan que recibió puñetazos, patadas y pisotones en la cabeza y el torso, mientras los atacantes gritaban insultos como “madero de mierda” o “ahora no eres tan valiente”.

El parte médico recoge un traumatismo craneoencefálico y daños lumbares. Jupol afirma que la llegada rápida de patrullas de Policía Nacional y Policía Municipal, junto con el SAMUR, evitó un desenlace todavía peor.

Criminales de origen ‘sudamericano y de piel oscura’

La investigación avanza y los agentes ya detuvieron a dos de los presuntos participantes, aunque siguen buscando al resto, descritos por testigos como “de origen sudamericano y piel oscura”.

El Grupo Operativo de Respuesta de Puente de Vallecas apunta en su atestado que el ataque mostró un “total desprecio por la vida humana y por la autoridad del Estado”.

Mientras interior vegeta con la desidia acostumbrada cuando sus propios funcionarios arriesgan su vida, los sindicatos policiales reaccionaron con firmeza.

El SUP condenó este nuevo episodio de violencia contra un agente fuera de servicio y volvió a reclamar que la profesión se considere actividad de riesgo. JUPOL, por su parte, advierte de que no se trata de hechos aislados, sino de una deriva preocupante que afecta a todo el país.

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