La chavalería utiliza esta palabra como comodín, se inserta en cualquier frase, en cualquier conversación. En LA BANDERA te hablamos de este término tan extendido
El término RANDOM puede que te resulte extraño (depende de tu edad), o que te hayas familiarizado completamente con él (o que al menos lo hayas escuchado o leído una y otra vez en redes sociales). El término, que proviene de las lenguas inglesas, francesas y germánicas, se utiliza cada vez con más normalidad en cualquier conversación en castellano. No obstante, su ‘globalización’ arrancó en lo tecnológico, pero se ha ido adentrando en otros sectores y además castellanizando. Señores de la Real Academia, tomen nota…
El significado de random no es otro más que el de algo “aleatorio, casual o fortuito”, que sucede de forma inesperada y que se rige por la aleatoriedad, que no sigue ninguna norma preestablecida.
Se dice que algo es random cuando es el puro fruto del azar (incluso del caos) y su inserción en nuestro lenguaje está muy ligado al uso de las nuevas tecnologías, en reproducciones de música, en páginas web, móviles, etc. De hecho, también se usa en la programación, para referirse al azar a la hora de distribuir o seleccionar contenidos. Y aquí un ejemplo muy claro: la Memoria RAM en ordenadores, unas siglas que responden al término completo de Random Access Memory, traducido como Memoria de Acceso Aleatorio.
Situaciones o lugares impredecibles
Pero hoy, nuestros jóvenes hablan de random para destacar situaciones o lugares que son impredecibles. Así, por ejemplo, un bar es “de los más random” cuando nos referimos a un sitio en el que nadie sabe qué puede pasar o lo que puede deparar la noche, o el día.
Pero el origen etimológico de la palabra “random” nos lleva a hablar del Middle English del siglo XIV. Un concepto que en dicha lengua se podía traducir como “velocidad, impetuosidad”. No obstante, en el Antiguo Francés, también podía escucharse este mismo vocablo, al hacer referencia al “desorden, la impetuosidad, la precipitación o la fuerza”. En esta variedad del francés proviene “randir”, que significaba algo así como “correr rápido”. Un término que, a su vez, se originó en el Frankish y alguna que otra fuente germánica, donde se le achacaba el significado de “correr”.
Ya en los años 80, se comenzó a escuchar esta palabra con otro significado interesante, como puede ser el de alguien “inferior o indeseable”, significado empleado en las universidades estadounidenses de la época al hablar de “alguien random” en sus habitaciones.
Una palabra comodín
Desde la web Yorokobu comentan que ahora este término “ya no solo se utiliza para hablar de cosas que se hacen aleatoriamente, sin un orden prefijado, sino que sus significados se han ampliado tanto que se acerca mucho a una palabra comodín”.
En este sentido, random “puede ser el ligue de una noche, esas relaciones que no aspiran a convertirse en historias de amor porque al día siguiente ni te acuerdas de su nombre (Me enrollé con un chico random). También habla de encuentros casuales, no planificados, pero siempre sorprendentes (Fue un encuentro random). Incluso los planes no premeditados son random (salir en plan random). Si algo no convence o sale mal, también es random. Como random es eso que te pasas la semana deseando que llegue y cuando por fin se produce, bluf, qué decepción (El concierto prometía, pero fue muy random). Lo extraño, lo loco, lo imprevisible (como el futuro) es random (Mi abuela tiene más seguidores que yo en TikTok, muy random, tía), lo que lo empareja también con lo curioso y lo absurdo”.
Más conceptos relacionados con este término… Un argumento de poco peso, sin apenas valor (como las promesas de un político), se califica como random (Lo que dijo tu amigo sobre tener un sueldazo y piso a los 18 es totalmente random). Y random es también algo desorganizado, como el escritorio de muchos periodistas.
“He conocido a una chica random”
Ya en 2014, la periodista Beatriz Serrano, de la revista GQ, hablaba sobre la futura implantación del término Random. Y ponía otros ejemplos que empezaban a fraguarse entre la chavalería del momento: “Nos invitaron a un sitio que tenía buena pinta, pero al final resultó ser súper random”. “He conocido a una chica random”. “Mi trabajo es un poco random”.
Su uso se democratiza en español con las nuevas tecnologías, donde todo es aleatorio, es decir, random: “desde la canción que aparece por sorpresa en tu iPhone hasta la gente que quizás conoces en Facebook”.
Ejemplos para el buen uso del término
Aquí reproducimos unos ejemplos que podrán servir como manual de buen uso del término y que hace nueve años ya reflejaba Beatriz Serrana en su información:
- Me enamoré de forma totalmente random: Saliste, bebiste más de la cuenta y cuando dieron las 5 de la madrugada y se apagaron las luces besaste a una chica al azar que resultó ser la madre de tus quintillizos.
- Para mi cumpleaños, invitaré a gente random : Vas a enviar invitaciones a lo loco esperando que al menos diez personas aparezcan.
- Me han dicho que soy muy random: Enhorabuena, eres un ser impredecible. Un día te compras una moto, otro dejas tu trabajo y ahora te abres un bar.
- Fui a un sitio random : Saliste sin ningún tipo de ambición y acabó siendo la mejor noche de tu vida escogiendo un bar al azar donde resultó estar Scarlett Johansson.