Sánchez recibe masivos pitos y abucheos en el desfile del 12 de octubre. Feijóo dijo que son un ‘clásico’ y que el PP no organizó nada
Sánchez ha vuelto a ser recibido y despedido en el desfile del 12 de Octubre con abucheos, pitos, insultos y el ya famoso: “¡que te vote Txapote!“. Ante la imposibilidad de librarse de dar la cara el día de la Fiesta Nacional, ni de ocultar la repulsa generalizada que provoca (reflejada incluso en TVE), Sánchez ha culpado al PP de organizar las protestas de los ciudadanos.
Feijóo sobre la acusación de Sánchez: ‘Será una broma’
En un corrillo informal con los periodistas durante la recepción en el Palacio Real que ofrecen los Reyes, Sánchez responsabilizó al PP de los abucheos, pitos y gritos de “que te vote Txapote”. Si bien se desvió del argumentario habitual y no tachó de ultraderechistas a quienes le abuchean, pero sí afirmó que es “grave” que se pronuncien igual dirigentes del PP y que Feijóo no les exija “rectificar”.
Por su parte, en otra conversación informal, reflejada por ABC, Feijóo desmintió las palabras del Sánchez. “Será una broma“, exclamó popular cuando le revelaron las afirmaciones de Sánchez.
Sobre los abucheos, Feijóo dijo que “son un clásico en este acto, quizá esta vez fueron un poco más”, para después afirmar que “No hay un solo dirigente el PP que haya organizado” protestas contra Sánchez.
Un reproche a Sánchez cada año más multitudinario
Desde la pasada y atroz legislatura, Sánchez recibe cada año la repulsa de los asistentes al desfile y sólo varían dos circunstancias: los reproches son cada vez más multitudinarios, y las artimañas de república bananera usadas por el gobierno para ocultar el rechazo que produce semejante individuo.
Como en un paraíso chavista, el gobierno ha recurrido a artimañas como altavoces a todo volumen para silenciar los pitos, a sincronizar la llegada de Sánchez con la del Rey para esconderlo tras el Jefe del Estado, a realizaciones televisivas dignas de la TV de Corea del Norte y al alejamiento del público de la tribuna de invitados, cada año más metros; nada oculta las protestas de un país harto.
