En 1974, los British Lions tramaron la estrategia call 99 para superar en violencia y juego sucio a una ‘demente’ selección sudafricana
El 13 de julio de 1974 se celebró el considerado como el partido de rugby más violento y sucio de la historia entre dos de los mejores equipos del mundo: los British Lions y los Springboks. La adopción de la táctica “call 99” por los Lions provocó que un partido, ya de por sí memorable, desembocase en una batalla campal.
Los contendientes y el escenario
En 1974, el equipo de los British and Irish Lions obtuvo una histórica victoria en el EPRFU Stadium de Port Elizabeth, Sudáfrica, al ganar su primera serie contra el combinado Springbok en 78 años. La gira de los Lions estuvo enmarcada en una controversia política, al visitar un país regido por el régimen del Apartheid.
Decididos a no ser intimidados por el enfoque violento del juego de los Springboks, los Lions adoptaron la estrategia de superar en marrullería a los sudafricanos, y el partido estuvo marcado por repetidas tanganas a gran escala.
British Lions
Los British & Irish Lions es un equipo de rugby compuesto por jugadores de élite de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Gales. El equipo, fundado en 1888, es un auténtico “all star” del rugby británico e irlandés, que se reúne cada tres o cuatro años y realiza giras internacionales.
Los Lions rotan cada gira entre Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, en ese orden, para enfrentarse en una serie de partidos a los respectivos combinados nacionales. El equipo de 1974 es considerado de los mejores de la historia del rugby al incluir nombres legendarios, como Phil Bennett, la leyenda galesa JPR Williams, Gareth Edwards o el capitán, Willy John McBride.
Springboks
“Springboks” es el apodo de la selección de rugby de Sudáfrica, uno de los equipos más exitosos y respetados del mundo. Fundado en 1891, el equipo ha ganado tres veces la Copa Mundial de Rugby, destacando tradicionalmente por su estilo de juego agresivo y físico.
En 1974, cuando se celebró el famoso partido, el rugby de élite sudafricano estaba vetado a la población negra segregada y era visto como el deporte de la minoría opresora. Con el fin del Apartheid, el equipo de los Springboks pasó a considerarse como un símbolo de reconciliación nacional.
La batalla de Boet Erasmus Stadium
El partido llamado: la “Batalla de Boet Erasmus” se recuerda menos por el resultado y por ser uno de los partidos más violentos de la historia del rugby. Los jugadores Springboks saltaron al campo motivados para aplastar a los europeos, con lo que el testigo Kevin Mitchell describió como: “una mirada demente” y lanzaron todo lo que tenían contra los Lions durante una primera hora marcada por la intensidad.
Sin embargo, los visitantes resistieron la avalancha y, cerca del descanso, el segunda línea Gordon Brown arrebató el balón en una línea de touch. Acto seguido, el gigante escocés logró el primer ensayo de los Lions y apagó el ímpetu de los Springboks.
Con el viento a favor de los Lions, comenzaron la segunda parte con 7-3 a su favor y jugaron el mejor rugby de la gira. Un par de ensayos de JJ Williams amplió la distancia con el combinado anfigrión, Phil Bennett contribuyó con dos drops y Andy Irvine anotó un memorable tiro de castigo desde 63 yardas para remachar el definitivo 9 a 26 para los Lions.
Aunque el partido ofreció jugadas memorables, como el segundo ensayo de John J Williams, las continuas tanganas convirtieron un espectáculo hermoso en algo barriobajero. Los Lions habían decidido neutralizar los trucos sucios de los anfitriones y adoptaron la infame estrategia bautizada como: “call 99”.
Call 99: la táctica más sucia y violenta de la historia del rugby
El nombre de la “jugada” alude al teléfono de emergencias británico de la época, el 999. Cuando un Lion gritaba: “99”, cada jugador Lion debía agredir al sudafricano que tuviera más cerca. Al tratarse de una pelea multitudinaria en todo el campo, el árbitro no podría expulsar a un jugador en concreto y, en caso de suspender el partido, los europeos tenían asegurado el marcador a favor.
Según explicó JPR Williams años después, la idea fue del capitán de los Lions, Willie John McBride. Williams relató que el capitán dijo, literalmente: “He estado aquí dos veces antes, hemos jugado bastante bien, pero nos han intimidado y no vamos a tener nada de eso. Si alguien se mete en problemas, todos se involucran donde sea que estén y todos golpean al sudafricano más cercano a ustedes, el árbitro no puede expulsar a todo el equipo“.
Si alguien se mete en problemas, todos se involucran donde sea que estén y todos golpean al sudafricano más cercano a ustedes, el árbitro no puede expulsar a todo el equipo
Willie John McBride
Por otra parte, en la época no existía la cobertura mediática de la actualidad y McBride confiaba en que no existirían demasiadas pruebas gráficas que sirvieran para que las federaciones implicadas impusieran sanciones disciplinarias graves a los peleones.
Una imagen famosa de la batalla es una carrera de 60 yardas de JPR Williams para golpear al segunda línea de los sudafricanos, Moaner van Heerden. En otra refriega, Gordon Brown le dio tal puñetazo a su homólogo, Johan de Bruyn, que salió volando el ojo del cristal del springbok.
La algarada concluyó con la extraña imagen de 30 jugadores y el equipo arbitral arrodillados en el barro, buscando el ojo de cristal del jugador. Finalmente, un Lion lo encontró y se lo devolvió a de Bruyn, que se lo introdujo bruscamente en el agujero de su cara.
Después del partido, el capitán del equipo anfitrión, Hannes Marais, rindió homenaje a la ferocidad de los visitantes.

La foto del ensayo de JJ Williams
La batalla de Boet Erasmus Stadium adquirió notoriedad también por las escenas captadas de la multitud. El rugby no era una pasión que consumía a la población negra de Sudáfrica, pero el interés creció a medida que avanzaba la gira y comenzaron a apoyar a los Lions en vez de al equipo local.
Esa es la explicación de la famosa imagen del galés JJ Williams, culminando el primero de sus dos ensayos en el partido. Tras una brillante combinación de pases con JPR Williams, el extremo galés anotó para el deleite de los fanáticos espectadores tras la alambrada.
En la imagen se parecía, además de la alegría del público, la celebración de los policías sentados en el suelo tras la línea de marca.