“Ningún otro país de Europa está viendo algo así”, afirmó Kristersson.
Suecia, a principios del 2010 era un país modélico para Europa y el mundo en general. Suecia era uno de los países más seguros, con unas tasas de criminalidad envidiables y una sociedad próspera. Sin embargo, desde la crisis de refugiados sirios en 2015, Suecia tomó el camino de las fronteras abiertas y acogió millones de inmigrantes ilegales en muy poco tiempo, provocando inseguridad y que la tasa de criminalidad aumentase.
Las bandas criminales en Suecia ya no son algo nuevo en el país, prácticamente es el día a día en algunas partes del país nórdico. Suecia, es el segundo país más peligroso de la Unión Europea en crímenes causados por armas de fuego. Más de 60 personas murieron en tiroteos el año pasado en Suecia, la cifra más alta registrada. Este año se prevé que la cifra sea igual o incluso mayor.
Ulf Kristersson, Primer Ministro sueco, declaró el pasado jueves que había pedido ayuda al ejército para hacer frente a una ola de delincuencia sin precedentes que ha sacudido el país. “Ningún otro país de Europa está viendo algo así”, afirmó Kristersson.
El objetivo principal será conseguir que los soldados se hagan cargo de las tareas de protección de la policía para liberar más recursos para la lucha contra la delincuencia. Aún así, no se tiene claro qué capacidad del ejército actuará y cómo actuará, ya que esto no tiene precedentes en el país. La medida fue motivada por una grave oleada de tiroteos y atentados con bomba que se han cobrado una docena de vidas en toda Suecia, incluidos adolescentes y transeúntes inocentes.
Los tiroteos, atentados y demás sucesos criminales cometidos por las bandas criminales no deja de aumentar en Suecia. En la última semana hubo 4 muertos por estos sucesos, como por ejemplo una joven de 20 años que murió en una explosión en Uppsala, al norte de Estocolmo. Los medios de comunicación suecos dijeron que probablemente no era el objetivo del atentado.