Saltar el contenido

Un monarca asturiano, el primer peregrino del Camino de Santiago… o no

Menos de 1 minuto Minutos

La peregrinación más relevante del mundo termina en Santiago de Compostela. El Camino nació en la Edad Media, pero ¿quién fue realmente el primer peregrino?

Oficialmente, el denominado kilómetro cero del Camino de Santiago se sitúa en Oviedo y el primer peregrino también oficial se dice que fue el rey Alfonso II El Casto. Se convirtió en un personaje fundamental de la Ruta Jacobea, ya que abrió el que se conoce como Camino Primitivo.

Así nos lo vende la historia, pero uno de los mayores expertos en la materia y profesor de Historia Medieval de la Universidad de Santiago, José Miguel Andrade, aclara algunos aspectos. Se considera que la ruta que parte de Oviedo, donde estaba la residencia real, es la del denominado Camino Primitivo. “La tradición dice eso, pero no hay ninguna prueba documental que lo mantenga. Si fue el primer peregrino o no es completamente imposible de saber», advierte el investigador.

Y es que, esta historia del rey asturiano, “es una historia que está escrita dos siglos y medio después del acontecimiento. Aparece en crónicas y textos de Compostela del siglo XI. En función de eso, no sabemos nada. No sabemos siquiera si Alfonso II fue alguna vez a Compostela», añade Adeline Rucquoi, miembro del Comité de Expertos del Camino de Santiago.

Si embargo, como matiza Rucquoi en diversos medios especializados, “el primer peregrino del que tenemos constancia documental es un peregrino alemán que pasó por Compostela y lo cuenta en el año 930, cuando vuelve a Alemania. Dice que Santiago le ha curado la ceguera. Este es el primero del que hay mención en las crónicas.

Gotescalco, el obispo de Le Puy

Por otro lado, en cuanto a nombres propios, todos los expertos coinciden en señalar a Gotescalco. “El primer peregrino conocido que viene de fuera de la península Ibérica es un obispo de Le Puy, en Francia, que aparece en el año 951. Cuando viene de Francia a Compostela para en un monasterio de La Rioja y pide la copia de un manuscrito que no tenía en su diócesis. Los monjes del lugar dejaron una anotación en la que pone que, de camino a Santiago, el obispo les había encargado la copia. Por eso está documentado”.

No en vano, existe de hecho una ruta xacobea llamada Camino de Le Puy que sigue el itinerario realizado por el obispo. De todas formas, se trata de un recorrido creado siglos después puesto que “jamás habría cruzado en línea recta el macizo central de Francia. En la Edad Media no había mapas y no se iba de un lado al otro en línea recta. Lo mismo se hizo en Asturias con el Camino Primitivo. Se rescató la historia de Alfonso II y se creó un camino derecho entre Oviedo y Santiago”.

Un paseo por la historia

Durante el reinado de Alfonso II (791-842) la actual Galicia formaba parte del Reino de Asturias…

En el año 813, un ermitaño, Pelayo, vio unas luces extrañas en el bosque y mandó avisar al obispo Teodomiro de Iria Flavia (actual Padrón). Cuando acudieron al lugar se encontraron con un sepulcro que identificaron como el del Apóstol Santiago y comunicaron el milagroso hallazgo a Alfonso II, que acudió a venerar la tumba, convirtiéndose de este modo en el primer peregrino del Camino.

En el punto identificado como el enterramiento de Santiago se construyó una basílica prerrománica, similar a las que existían en tierras asturianas, y que fue sustituida posteriormente por otra románica, la actual Catedral compostelana.

La ruta seguida por Alfonso II por el interior de Asturias y Galicia es conocida hoy en día como Camino Primitivo. Consta de 14 etapas y 314 kilómetros. Los peregrinos salen por la puerta de la Catedral de Oviedo, tras visitar la imagen del Salvador, y emprenden su camino siguiendo los pasos de Alfonso II.

Hoy, el Camino de Santiago es uno de los lugares de peregrinación y de culto más importantes que hay en todo el mundo, además de ser el más antiguo de todos los caminos. El mausoleo dedicado al apóstol atrae a miles de fieles y peregrinos en busca de la bendición del santo cada año. Concentra cada año a 200.000 peregrinos que optan por acudir a la catedral a través de los principales caminos, como es el Camino Francés, el Camino Primitivo o el Camino del Norte, considerados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Pero, ¿cómo acabó el cuerpo del apóstol Santiago en Galicia?

Santiago era uno de los discípulos de Jesús. Según la Biblia era natural de Galilea. Tras la muerte del mesías, Santiago se dedicó a proclamar su palabra a través del Evangelio, lo que le llevó a Hispania. Según la tradición, se cuenta que se estableció en Gallaecia (actualmente Galicia), pero después marchó hasta Palestina para continuar con su labor. Sin embargo, en el año 44 d.C. fue asesinado por orden del rey Herodes Agripa I. Se convirtió así en el primer apóstol en morir por la fe cristiana.

Tras su fallecimiento, tuvo lugar el traslatio, momento en el cual el apóstol fue trasladado hasta Galicia gracias a sus discípulos: Teodoro y Atanasio, para darle sepultura. Los tres viajaron en una barca sin timón ni vela hasta llegar a la costa norte de Galicia y remontaron por el río Ulla. Es lo que se conoce como el traslatio que cada 31 de diciembre se recrea en la Catedral de Santiago.

El cuerpo del apóstol llegó hasta Iria Flavia, una región controlada por la reina pagana Lupa que sometió a los discípulos a duras pruebas para que pudieran enterrar el cuerpo del apóstol, como fue la de concederles unos bueyes salvajes con el fin de transportar el cuerpo del santo. Tal como cuenta la leyenda, tras las oraciones de los fieles los animales se volvieron dóciles, permitiéndoles cargar con el difunto. De hecho, según los escritos fueron los propios animales quienes decidieron el lugar donde se enterraría al santo.

Concretamente, cerca de una fuente en la que se pararon a beber agua y que hoy en día se conoce como Rúa do Franco de Santiago, a unos cien metros de la catedral y de la Plaza del Obradoiro.

Se dice que la reina se convirtió al cristianismo después de presenciar el milagro y mandó construir el sepulcro del apóstol, conocido como Arca Marmárica.

Deja tu respuesta