No se trataría del cambio climático, ni de acciones provocadas por el hombre. Las altas temperaturas vividas en julio tendrían una explicación natural: una súper explosión registrada en el archipiélago de Tonga en 2022
Tonga es un país de Oceanía integrado dentro de la Polinesia y formado por la unión de 177 islas. Según explica Meteored, el volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai expulsó una gran cantidad de vapor de agua a la superficie; 150 millones de toneladas métricas de vapor se estima que flotan por la estratosfera. “Este vapor actúa como potente gas efecto invernadero y la cantidad inyectada podría estar presente durante años, cubriendo con parte de la Tierra en los niveles superiores y añadiendo algunas décimas de grado a las temperaturas”, indica Francisco Martín León, experto de tiempo.com. Tras la erupción, el vapor adicional que se había ido concentrando en latitudes medias sur, ahora se ha extendido a ambos hemisferios.
Además, según National Geographic, los 146.000 millones de litros de vapor de agua que expulsó el volcán a la atmósfera podrían llegar a alterar el clima de la Tierra hasta el punto de calentarla durante los próximos cinco años, afectando también a la capa de ozono.
Mayor explosión en la Tierra de la Era Moderna
Una investigación publicada en la revista Nature confirmó que esta erupción se había convertido en la mayor explosión en la Tierra de la Era Moderna, desencadenando ondas de gravedad atmosférica que dieron la vuelta al mundo 4 veces y enviando los escombros provocados por la explosión hasta más de 50 kilómetros de altura en la atmósfera.
Está extensamente documentado el efecto refrigerador de los volcanes en el clima global debido a la llegada del dióxido de azufre a las capas más altas de la atmósfera, reflejando los rayos solares hacia el exterior. No obstante, el volcán de Tonga, por su excepcionalidad, plantea nuevos desafíos para la ciencia. Tal cantidad de vapor de agua en la atmósfera puede provocar un efecto totalmente contrario: el agua absorbe la energía del sol en vez de reflejarla, potenciando el efecto invernadero. Mientras que el dióxido de azufre se disipará en pocos años, el agua podría llegar a permanecer durante 5 años o más, acelerando el calentamiento que ya se produce por los gases de efecto invernadero.
Más potente que la bomba atómica
Desde Muy Interesante se explica además que, según la NASA, esta explosión fue cientos de veces más potente que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima o Nagasaki por Estados Unidos en agosto de 1945 y su onda de choque dio la vuelta a todo el planeta. La explosión y la erupción correspondiente lanzaron nubes de gas y ceniza hasta una altura de 58 kilómetros y el sonido de la explosión se escuchó a unos dos mil kilómetros de distancia en Nueva Zelanda. Tras la explosión la isla Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, que se había ido formando tras la unión de dos islas, Hunga Tonga por un lado y Hunga Ha’apai por el otro, desapareció.
Recientemente se ha descubierto que esta erupción volcánica pudo haber afectado incluso a varios satélites de telecomunicaciones en órbita alrededor de nuestro planeta, situados a cientos de kilómetros de altura, por los efectos que tuvo el volcán en la ionosfera.
50 millones de toneladas métricas de agua
Y como indica Milenio, en base a la revista AGU, una investigación detalló que 50 millones de toneladas métricas de agua fueron inyectadas en la atmósfera durante la erupción producida el 15 de enero de 2022, aumentando un 13 por ciento la masa total de vapor de agua que permanecerá allí por varios años. Esta inyección masiva de agua en la atmósfera generaría un impacto significativo en el calentamiento global.
El vapor de agua tiene un efecto invernadero mucho mayor que las emisiones de CO2, demostrando ser un evento climático notable con un impacto sorprendente en el calentamiento global.
Finalmente, el volcán de Tonga produjo también los rayos más intensos jamás registrados. Según un nuevo estudio, creó una tormenta eléctrica que produjo el rayo más intenso jamás registrado. Hubo casi 200.000 relámpagos en la columna volcánica durante la erupción, con un máximo de más de 2.600 relámpagos por minuto.
agosto 23, 2023 @ 1:45 am
Efectivamente así es. El vapor de agua es uno de los principales gases de efecto invernadero, es decir, las nubes. Por supuesto no provocado por la acción humana, sino completamente natural. Y se han juntado múltiples factores que han hecho que este volcán genere tal cantidad de vapor, la principal es la profundidad. No demasiado profunda para que el agua presione las emisiones y tampoco tan superficial como para que expulse lava. Lo que pasa es que esto no interesa contarlo en los grandes medios para seguirte diciendo que tú, pringaillo, tu coche y el filete con patatas que te comiste ayer son el causante de todos los “males” del planeta. Y algunos hasta se lo creen y todo.