La Guardia Civil detiene a una madre magrebí de la localidad de Fitero, tras atacar con un cuchillo a sus hijos y obligarles a beber veneno
La Guardia Civil ha detenido este jueves a una madre magrebí, sospechosa de intentar matar a sus hijos de 3, 5 y 9 años en el municipio de Fitero, (Navarra). Tras no consumar los tres presuntos intentos de asesinato, la mujer intentó suicidarse con el cuchillo usado para herirles.
El alcalde de la localidad relató a Europa Press que se trata de una familia de origen magrebí. El regidor detalló que se pudo contactar con el padre de los niños, de camino al hospital, y el consistorio se ha puesto a su disposición.
Según el relato del regidor: “Al principio todo era confusión, pero se ha ido concretando el suceso, y presuntamente la madre habría intentado matar a los tres años haciéndoles beber alguna bebida, y presuntamente también tienen alguna herida por arma blanca“.
Tres presuntos intentos de filicidio y uno de suicidio
Sobre el mediodía de este jueves, 20 de julio, en del número 95 de la calle Mayor de Fitero, una madre magrebí trató de asesinar a sus tres hijos. Según las primeras hipótesis, la madre intentó obligar a los pequeños a ingerir algún líquido tóxico, tipo lejía o aguafuerte, y también les atacó con un cuchillo. Durante la agresión, dos de los niños, de 5 y 9 años, lograron escapar a la calle y pedir socorro, y los vecinos avisaron a la Guardia Civil.
Tras el aviso, se congregaron en la localidad múltiples efectivos de los servicios de urgencias y patrullas de la Guardia Civil y la Policía Foral. Cuando los agentes entraron en la casa, encontraron al niño de 3 años y a la mujer cubierta de sangre. Al parecer, la mujer intentó suicidarse con el mismo cuchillo con el que hirió a sus hijos.
La tres niños necesitaron traslado al Hospital Universitario de Navarra, y el estado del menor de 3 años es el que reviste mayor gravedad. La detenida está ingresada en el Hospital Reina Sofía de Tudela bajo vigilancia policial.
julio 21, 2023 @ 8:06 am
Seguramente los “progres” dirán que son sus costumbres y, claro, los occidentales no lo entendemos. Otra de sus hipótesis será que estaría harta de las conductas machistas de su pareja (porque esposo no entra en su vocabulario) o, incluso, que padecía alguna enfermedad mental. Es decir, cualquier excusa es válida menos condenar el hecho deleznable de que alguien intente matar a sus hijos. Y en mi humilde opinión cuando es una madre la que lo intenta (o peor aún, lo lleva a cabo) es mil veces peor, porque no cabe en cabeza humana que la persona que ha concebido y dado a luz a sus hijos, que ha sentido sus latidos, pataditas, ha amamantado y cuidado, sea capaz de arrebatarles la vida.