Este curso escolar 2023-24 es el más caro de nuestra historia y los contenidos educativos se desarrollarán bajo el manto omnipresente del globalismo agendista
Ha comenzado un curso escolar irrepetible: las familias españolas pagarán de media 410,71 euros por cada alumno, frente a los 386,76 euros de 2021. Así se desprende de un informe publicado por el comparador de productos financieros Banqmi, que destaca que serán la Comunidad Valenciana (465 euros), Cataluña (447 euros) y Navarra (447 euros) las regiones donde las familias ya están haciendo frente a unos costes más altos en el comienzo del nuevo curso escolar.
Para la OCU, sin embargo, una familia normal se va a gastar unos 500 euros por hijo, un 14% más que hace dos años.
Los libros de texto, el uniforme, mochila, estuche y una gran variedad de material escolar son parte de la gran lista de desembolsos que deben hacer los padres, algunos de los cuales se han incrementado bastante este año. Por ejemplo, una libreta hace un año costaba 1,90 euros, mientras que ahora ronda los 2,50 por la subida del papel y el plástico.
Para la OCU, los gastos escolares relacionados con las matrículas, el comedor o el transporte pueden dispararse hasta los 2.186 euros por cada alumno de entre 3 y 18 años.
Según Antonio Gallardo, experto financiero de Banqmi, la subida del curso anterior tenía su explicación en la implantación de la nueva ley educativa LOMLOE “debido a los nuevos libros que se editan cuando se produce un cambio en el sistema educativo”.
Y es aquí donde el coste material se une al coste derivado del adoctrinamiento que, según la RAE, consiste en inculcar en alguien determinadas ideas o creencias. Desde la implantación de esa nueva ley educativa, términos como ecosocial, ecofeminsimo, Objetivos de Desarrollo Sostenible, memoria democrática…, ya se han vuelto trasversales e impregnan todas las materias docentes.
Un método con el sello agendista
Ya lo adelantó el pasado año El Debate: El Gobierno de Pedro Sánchez planea ya un “método con enfoque lúdico y participativo que enseñe a los menores los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030. Contratarán a una empresa externa a la que pagarán 163.000 euros para la elaboración del plan educativo”.
Ya el pasado año, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 pidió dotarse de un programa metodológico para el desarrollo dirigido a niños y adolescentes, a disposición del profesorado. Dicho programa debe aportar conocimiento sobre los objetivos de la Agenda 2030, “a través de una herramienta didáctica, lúdica y participativa con el que el profesorado pueda trabajar con los niños la cultura democrática y el empoderamiento comunicativo, con la vista puesta en contribuir a que los estudiantes sean correa transmisora de los conocimientos y valores cívicos que aporta la Agenda 2030”.
TheReal2030
La web TheReal2030 también ha denunciado esta circunstancia. Conceptos como ideología de género, cambio climático o laicismo son introducidos de forma transversal en todas las materias para transformar la manera de pensar de los más jóvenes, incluso en contra de los criterios y las creencias de sus padres.
“Esta manipulación de las mentes de los niños se realiza fundamentalmente en los colegios, pero también a través de los contenidos culturales, como libros. Para poder controlar mejor el proceso obligarán a los centros escolares a introducir estas ideologías en sus temarios, bajo la amenaza de quitar subvenciones”.
Andrés Bucio, doctor en Economía y escritor
En este sentido, el profesor Andrés Bucio, recuerda en un artículo de opinión que “una sociedad ideológicamente pulverizada, confundida y fragmentada no puede hacer nada para sobrevivir, está aniquilada”. “Por eso algunos profesores ya no podemos dar ciertas clases. Todas las universidades e instituciones de educación superior, casi sin excepción, han sido convertidas en centros de adoctrinamiento de la ideología de género. La orden suprema fluye desde arriba a instancias como todo el sistema ONU el BM, el BID, la OMC…”.
“Severo adoctrinamiento que contamina las aulas”
“He intentado por varios semestres impartir materias que abordasen la Agenda 2030 y sus 17 objetivos de manera científica y honesta, dilucidando con autenticidad cuáles pueden ser sus alcances y sus límites reales. La tarea ha demostrado ser improbable, imposible”. “Pude comprobar, en salones mayoritariamente de alumnas de quinto y sexto semestre, el estado de severo adoctrinamiento, aparentemente irreversible, que la ideología de género hace y contamina las aulas de clases y confisca las mentes de quien asiste a ellas”.