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El periodismo libre está en peligro y la comunidad decide si se apaga o vuelve a rugir

La Bandera lanza una campaña de apoyo económico para poder cubrir sobre el terreno la campaña electoral de Extremadura con un compromiso claro: seguir siendo un medio humilde, incómodo para el poder y totalmente ajeno a la publicidad institucional que financia a la mayoría de periódicos y televisiones del país. En un contexto donde apoyar el periodismo libre se ha convertido casi en un acto de resistencia, la comunidad de lectores pasa a ser el verdadero motor de la independencia informativa.

Un medio sin un solo euro de publicidad institucional

David Santos, director de La Bandera, lo explica sin rodeos en su mensaje a los lectores: el periódico no recibe “ni un solo céntimo” del Estado ni de la publicidad institucional que inyecta presupuestos multimillonarios en los grandes medios.
Esa renuncia tiene un precio: mientras otros viven de campañas pagadas por gobiernos y partidos, La Bandera se sostiene con suscriptores, pequeñas aportaciones y el trabajo personal de un equipo mínimo que combina su actividad profesional con horas de carretera, directos y edición.

En este escenario, apoyar el periodismo libre no es solo un gesto simbólico: es la diferencia entre tener un medio incómodo y sin ataduras o dejar que el relato público quede en manos de quienes dependen del dinero de las administraciones.

Cobertura electoral en Extremadura: una campaña que puede marcar un antes y un después

El objetivo inmediato de esta recolecta es claro: financiar la cobertura de la campaña electoral de Extremadura, que arranca ya con actos en Cáceres y otros puntos de la región.
Santos reconoce que, con los recursos actuales, es “imposible” cubrir en condiciones una campaña completa: viajes, hoteles, dietas, tiempo de trabajo perdido en sus otras actividades profesionales… y todo ello sin que la cuenta salga.

La fórmula, por tanto, será la que ya funcionó en el pasado con el “equipo F”:
una campaña de crowdfunding para que sea la propia audiencia quien haga posible esa presencia permanente sobre el terreno, entrevistando a candidatos, hablando con la gente y mostrando lo que ocurre en la calle más allá de los cortes pulidos que ofrecen las televisiones subvencionadas.

Según explica, Extremadura puede convertirse en punto de inflexión político: el resultado de Vox, el papel del PSOE y el contexto de los casos de corrupción abiertos a nivel nacional hacen que cada mitin, cada plaza llena o vacía y cada gesto de los líderes regionales importe.

La comunidad como motor de independencia

El mensaje a los lectores es tan sencillo como crudo:
si la comunidad quiere que exista un medio como La Bandera, tendrá que sostenerlo.

No hay millonarios detrás, ni grandes anunciantes, ni campañas institucionales. Hay gente que decide, cuando puede, aportar una cantidad para que el medio crezca “como un niño de tres años que ya empieza a andar y a hablar, pero aún necesita apoyo”.

Quien no pueda o no quiera aportar, subraya Santos, será igual de respetado. Pero pide algo más: que se entienda la situación del periódico y que se hable de ella con la misma madurez y transparencia con la que él cuenta cómo están las cuentas, los esfuerzos personales y los límites materiales.

Transparencia total y sacrificio personal

El director insiste en un compromiso poco habitual en el ecosistema mediático:
si alguien quiere hacer una aportación importante, se le enseñan las cuentas del periódico desde su creación hasta hoy, para demostrar que no ha “visto un céntimo” del dinero del proyecto y que, de hecho, le ha costado dinero, tiempo y salud mental.

Relata también el método de trabajo que ya conocen muchos seguidores:
viajes interminables por toda España, noches en pensiones baratas, jornadas de 12 horas de trabajo para terminar cenando un paquete de frutos secos de máquina a las dos de la madrugada, directos sin cortes y sin manipulación para que cada uno saque sus conclusiones.

Ese mismo espíritu, asegura, será el que se aplique ahora a La Bandera si la campaña en Extremadura sale adelante.

Periodismo libre frente a medios atados al poder

Santos recuerda que “todos los medios tienen línea ideológica”, pero insiste en una diferencia fundamental:
mientras la mayoría de medios de derechas viven de la publicidad institucional del Partido Popular, y muchos otros del PSOE y sus socios, La Bandera se mantiene en un terreno incómodo: patriótico, de derechas, pero sin depender de esos contratos públicos que condicionan tanto portadas como silencios.

Ya lo ha demostrado con investigaciones propias, como las informaciones sobre tramas empresariales del agua, donde el diario ha publicado piezas como “denuncian a la Bandera una mafia empresarial del agua en toda España” o “exclusiva La Bandera: denuncian supuestas prácticas irregulares por Hidrogea”, que han puesto el foco en el uso del dinero público y en prácticas opacas de grandes compañías.

Este tipo de informaciones, que pocos medios se atreven a tocar, son el mejor ejemplo de lo que se pone en juego cuando se habla de apoyar el periodismo libre: si no pagan los lectores, lo hace el poder… y quien paga, manda.

Un modelo de trabajo para todas las futuras campañas

La idea no se limita a Extremadura. La Bandera plantea este crowdfunding como modelo estable de financiación para cubrir futuras campañas municipales, regionales o nacionales allí donde haya interés y apoyo suficiente.

El esquema es simple:

  • Si se llega al objetivo económico previsto, se ofrece una cobertura total: todos los actos posibles, entrevistas, reportajes en la calle, directos diarios.

  • Si la recaudación es menor, se diseñará un planning ajustado para exprimir cada euro en viajes, alojamientos y equipo humano, garantizando que el dinero se destina íntegramente a la campaña informativa.

  • En todos los casos, la comunidad sabrá qué se hace, dónde se va y qué se prioriza.

Además, se abre la puerta a que grupos locales, asociaciones o colectivos que quieran cobertura en sus municipios puedan contactar con el medio para organizar desplazamientos específicos, siempre con el mismo criterio: independencia y transparencia.

Un hueco por cubrir en el panorama mediático

Santos lo resume con una frase que condensa el trasfondo de esta campaña:
cuando llegue un cambio de gobierno, “la gente patriótica y de derechas, a nivel mediático, va a estar muy sola”.
Muchos medios que hoy se proclaman críticos dependen ya de la financiación de unos u otros partidos. Y cuando llegue el momento de fiscalizar al nuevo poder, no será fácil morder la mano que te da de comer.

Por eso, asegura, es ahora cuando hay que consolidar un medio patriótico, de derechas y realmente independiente, financiado por su comunidad, capaz de seguir incomodando gobierne quien gobierne. Y para eso, insiste, apoyar el periodismo libre no es un eslogan: es una necesidad estratégica para quienes no quieren entregar el relato público a los mismos de siempre.

La campaña de crowdfunding para Extremadura será la próxima prueba de fuego de este modelo. Si la comunidad responde, La Bandera estará “al pie del cañón” en cada mitin, en cada pueblo y en cada plaza. Si no, serán otros, financiados por los de siempre, quienes contarán —y filtrarán— lo que allí ocurra.

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