Más dinero público para burocracia inútil
El Gobierno de Sánchez vuelve a la carga con ‘Casa47‘, un nuevo portal inmobiliario público que promete solucionar el problema de la vivienda. ¿La realidad? Otro chiringuito digital que costará millones a los contribuyentes y que nace obsoleto. En lugar de liberar suelo o dar seguridad jurídica a los propietarios, el Ejecutivo prefiere gastar el dinero de todos en plataformas que duplican lo que ya hace el sector privado mucho mejor.
Intervencionismo que asfixia el mercado
La receta socialista es siempre la misma: más Estado y menos libertad. Pretender que un portal web arregle la falta de oferta es insultar la inteligencia de los españoles que no encuentran piso. Lo que se necesita son incentivos fiscales y acabar con la ocupación, no más webs institucionales que nadie visitará.
Un parche electoralista
A las puertas de un año político clave, este anuncio suena a propaganda pura y dura. Mientras los jóvenes no pueden emanciparse, el Ministerio de Vivienda se dedica a diseñar páginas web. Es el ejemplo perfecto de la desconexión total entre la Moncloa y la calle.
Propaganda para culpar al mercado privado
Casa47 permitirá al Gobierno construir un relato: si el alquiler sigue subiendo, dirán que “la culpa es del sector privado”. Un cortafuegos político perfecto… pero inútil para la gente que no puede pagar una vivienda.
Una factura millonaria que acabará saliendo de tu bolsillo
Aunque el Ejecutivo intente presentar Casa47 como un portal moderno, mantener una infraestructura pública de este tipo implica contratos tecnológicos, mantenimiento, servidores, auditorías, personal… millones de euros.
Lo que el Gobierno no quiere abordar
El gran tabú es la ocupación. Mientras un propietario pueda perder su vivienda durante meses, la oferta seguirá cayendo. Ningún portal público solucionará esa desconfianza estructural.
Un Gobierno desconectado de la realidad del alquiler
La Moncloa sigue respondiendo con webs a problemas estructurales. Casa47 no construye pisos, no rebaja impuestos, no agiliza licencias y no protege a propietarios. Solo añade marketing institucional.












