El Premio Nobel de la Paz 2025 premia el «coraje incólume» de Corina contra la narcodictadura de Nicolás Maduro
La líder opositora venezolana María Corina Machado irrumpió este jueves en el Parlamento noruego con un mensaje contundente: la libertad precede a la democracia, y solo así llegará la paz a Venezuela.
En su primera comparecencia pública tras más de un año en la clandestinidad, Machado recogió simbólicamente el Premio Nobel de la Paz 2025, galardón que premia su «coraje incólume» contra el régimen de Nicolás Maduro. El acto, abierto por el primer ministro Jonas Gahr Støre, resonó como un llamado global a la acción frente a la narcodictadura de Maduro.
Støre, al dar la bienvenida, subrayó el «significado especial» del Nobel este año, enfocado en la democracia como ruta hacia la paz. «No puede haber paz sin respeto a la democracia y las elecciones«, declaró, refiriéndose a Venezuela como un «régimen autoritario en guerra contra su propio pueblo».
Además, recordó la emotiva ceremonia del miércoles, donde la hija de Machado, Ana Corina Sosa, recogió el premio en su ausencia, un momento «muy presente» que conmovió a la asamblea.
Machado, de 56 años, aterrizó en Oslo en la madrugada tras un periplo clandestino marcado por amenazas de muerte. Visiblemente conmovida, se dirigió «a todos los ciudadanos del mundo»: «Para tener paz, se necesita democracia, pero primero tiene que llegar la libertad».
Venezuela será libre
Corina añadió que «la paz es un acto de libertad y de amor«, y vaticinó que «Venezuela será libre, un faro de esperanza y una oportunidad para la democracia».
En un tono íntimo, relató su reencuentro con sus tres hijos durante el viaje. «No pude dormir anoche, repasando el momento. Les abracé a los tres a la vez y ha sido uno de los momentos más extraordinarios espiritualmente de mi vida».
La oposición venezolana, inhabilitada en 2023, lideró las elecciones de julio de 2024, denunciadas como fraudulentas por el robo de votos a Edmundo González Urrutia. Machado enfatizó el éxodo masivo. «Queremos que nuestros hijos vuelvan a casa y no vamos a parar». «Creo que no hay una generación en la historia de Venezuela que ame más la libertad y la posibilidad de moverte libremente en tu tierra«, sentenció, posicionando la crisis como una «prueba» para la comunidad internacional. La libertad, insistió, es una «decisión racional» que precede a cualquier transición.
El evento, transmitido en directo, generó eco inmediato. Desde Bruselas, la Unión Europea reiteró sanciones contra el chavismo, mientras en Washington, congresistas republicanos aplaudieron el Nobel como «catalizador para la libertad».
Opositores de Maduro en Caracas
En Caracas, opositores marcharon con banderas tricolores, contrastando con la condena oficial de Maduro, que lo tildó de «provocación yanqui«.
Machado cerró su primera comparecencia con optimismo: «Venezuela se reencuentra con su futuro«. Su voz, amplificada por Oslo, podría avivar presiones diplomáticas en un 2026 clave.
Finalmente, la líder venezolana prometió llevar el Nobel «a casa pronto», en un «momento decisivo«. El mundo, atento, debate si este faro noruego iluminará la oscuridad venezolana.
