La ministra resta gravedad a las acciones de la UCO de la Guardia Civil en los ministerios de Hacienda y Transición Ecológica, así como en Correos
Nuevo y grave episodio que pone en evidencia la opacidad del Gobierno del desaparecido Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha intentado restar gravedad a las acciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en los ministerios de Hacienda y Transición Ecológica, así como en Correos.
Durante una atención a medios en Sevilla, Montero calificó estos registros como meros «requerimientos de información» y no como intervenciones judiciales propiamente dichas, en un claro esfuerzo por minimizar un escándalo que salpica directamente al PSOE.
La investigación, abierta en la Audiencia Nacional, gira en torno a presuntas irregularidades en contrataciones públicas que han llevado a la detención de la exmilitante socialista Leire Díez, el expresidente de la SEPI Vicente Fernández y Antxon Alonso, socio de Santos Cerdán.
Montero, visiblemente a la defensiva, aseguró que «toda la información está declarada secreto de sumario», excusándose en que no dispone de más datos que los disponibles para la prensa. Sin embargo, esta postura genera sospechas. Nos preguntamos por qué el Gobierno no actúa con mayor transparencia si, como ella dice, hay «absoluta colaboración» de los organismos del Estado.
PSOE: cercado por la corrupción y los acosos sexuales
Voces críticas no tardan en señalar que esta actitud es típica del Sanchismo y del PSOE, que acumula tramas de corrupción como el Caso Koldo o la reciente trama de hidrocarburos.
Montero enfatizó que es «muy oportuno» que la UCO y la UDEF investiguen para «esclarecer la verdad», pero sus palabras suenan huecas ante un Ejecutivo que parece más interesado en proteger a los suyos que en rendir cuentas.
Argumentó que los requerimientos son solo de «expedientes o información» cuyo contenido desconoce, invocando el secreto de sumario para que los cuerpos de seguridad trabajen con «sigilo y discreción».
Estos nuevos acontecimientos de hoy refuerzan la percepción de que el PSOE está cercado por denuncias de acoso y corrupción, mientras Montero preside eventos como la entrega de premios Plaza de España en Andalucía, fingiendo normalidad.
