El ex presidente del gobierno se encuentra cada vez más acorralado
La reciente detención de Julio Martínez, empresario y accionista principal de Plus Ultra, junto con el CEO de la aerolínea, Roberto Roselli, ha reavivado las dudas sobre el polémico rescate público concedido a la compañía. La UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) llevó a cabo este jueves un amplio operativo que incluyó un registro de varias horas en la sede central de la empresa en Madrid, reactivando el debate sobre las conexiones entre la aerolínea, el entorno chavista y los apoyos políticos que facilitaron la ayuda estatal.
Zapatero, inquieto según su entorno tras la detención de Martínez
Fuentes del entorno del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, citadas por The Objective, afirman que el exlíder socialista se encuentra “nervioso” tras la detención de Martínez, con quien mantiene una relación personal desde hace años. Aunque Zapatero ha restado importancia públicamente a los acontecimientos, las mismas fuentes sostienen que en privado la preocupación es evidente.
La investigación llega en un momento clave para el expresidente
La operación policial se produce después de que The Objective publicara que Zapatero habría intervenido directamente ante el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, para garantizar que Plus Ultra recibiera el certificado de empresa viable. Este documento era indispensable para acceder al rescate de 53 millones de euros aprobado por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). Sin ese aval técnico, la ayuda pública no habría sido posible.
Según el medio, Zapatero acudió al Ministerio de Transportes en el Paseo de la Castellana para reunirse personalmente con Ábalos con un objetivo: que Plus Ultra fuera declarada “empresa estratégica”, condición necesaria para recibir fondos del FASEE (Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas), gestionado por la SEPI y dependiente de Hacienda.
Fuentes citadas en la investigación afirman que Zapatero actuó como “mediador directo”, aprovechando su influencia política para desbloquear un proceso que, señalan, habría encontrado importantes obstáculos debido a la situación real de la aerolínea. Una fuente que participó en las negociaciones asegura: “Zapatero exigió que se aprobara el rescate de Plus Ultra”.
El informe clave de Transportes: el punto de inflexión
La presión se dirigió especialmente hacia el entonces secretario de Estado de Transportes, Pedro Saura, cuyo informe resultaba determinante para que una empresa fuese reconocida como estratégica.
El FASEE exigía requisitos estrictos: solo podían beneficiarse compañías con una importancia relevante en la economía española o cuya quiebra supusiera un riesgo real para un sector esencial.
A pesar de esos criterios, Plus Ultra obtuvo finalmente un informe favorable de la Secretaría de Estado. La Dirección General de Aviación Civil —dependiente de Saura— elaboró el documento que abrió la puerta al rescate.
Inquietud dentro de la SEPI ante un informe que no encajaba
Según fuentes conocedoras de los análisis internos de la SEPI, el contenido del informe sorprendió a varios responsables técnicos. Los datos no coincidían con los parámetros habituales para catalogar a una aerolínea como estratégica:
Plus Ultra operaba solo el 0,03 % de los vuelos nacionales.
Ocupaba el puesto 166 entre las compañías activas en España.
Su flota constaba de cuatro aviones alquilados, de los cuales solo uno estaba operativo.
No destacaba por volumen de empleo.
Arrastraba pérdidas económicas antes de la pandemia.
“La empresa no cumplía los estándares de tamaño, plantilla ni presencia en el mercado para ser considerada estratégica”, explican fuentes conocedoras del proceso. El malestar aumentó al comprobarse que otras compañías con mayor peso económico y cientos de trabajadores vieron rechazada su solicitud.
El caso de la editorial SM, con 685 empleados, es uno de los ejemplos más representativos.








