El islamismo radical sigue masacrando a los cristianos en África ante el silencio de buena parte de la comunidad internacional
Más de quince cristianos han sido secuestrados tras un nuevo ataque contra una iglesia en Nigeria, ocurrido en el estado de Kogi, en la zona central del país. El asalto, perpetrado por hombres armados aún no identificados, se enmarca en el preocupante aumento de secuestros en Nigeria, generalmente atribuidos a grupos criminales que buscan financiar sus actividades mediante el cobro de rescates.
Según fuentes locales citadas por el medio nigeriano The Premium Times, los atacantes irrumpieron el domingo durante el servicio religioso en la First Evangelical Church Winning All (ECWA), ubicada en la localidad de Ayetoro Koro. Hasta el momento, las autoridades nigerianas no han ofrecido cifras oficiales sobre el número exacto de personas secuestradas ni sobre posibles víctimas.
Este ataque representa el segundo incidente violento contra una iglesia en el estado de Kogi en pocas semanas. El pasado 30 de octubre, hombres armados secuestraron a un pastor y a trece miembros de su congregación durante un asalto a una iglesia en la localidad de Ejiba. Posteriormente, los responsables exigieron un rescate a cambio de su liberación.
Aunque el noreste de Nigeria ha sido históricamente el principal foco de violencia debido a la actividad de grupos extremistas como Boko Haram y su escisión, el Estado Islámico en África Occidental (ISWA), la inseguridad se ha extendido progresivamente a otras regiones del país. En muchas de estas zonas, los secuestros con fines económicos se han convertido en una amenaza constante, generando alarma por la expansión de redes criminales y su grave impacto sobre la población civil.












