La empresa estatal alauí Marsa Maroc toma el 45% de Boluda y puede tener influencia en puertos clave españoles como Sevilla, Cádiz o Santander
En un nuevo avance expansionista del régimen alauí, la empresa estatal marroquí Marsa Maroc, con el 25% en manos directas del Estado marroquí y el 35% controlado por la Agencia Tanger Med, ha adquirido el 45% de Boluda Maritime Terminals (BMT), filial del grupo valenciano Boluda. Lo ha hecho por 80 millones de euros.
Esta operación, pendiente de autorizaciones regulatorias, permite a Marruecos poner pie en nueve puertos clave españoles: Las Palmas, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, Sevilla, Villagarcía, Cádiz y Santander, además de fortalecer su control en el Estrecho.
Según El Confidencial, esta alianza consolida la presencia de Boluda en Tánger Med y Nador West Med, pero a cambio cede influencia estratégica a un operador norteafricano que ya arrebató a Valencia el liderazgo mediterráneo en contenedores.
Fuentes portuarias españolas citadas por El Confidencial advierten de que esto «afianza a Marruecos como actor regional».
El Economista y La Razón destacan que Marsa Maroc operará ahora en 34 terminales de 20 puertos transnacionales, impulsando rutas hacia puertos marroquíes como El Aaiún y Dajla en el Sáhara ocupado.
Vicente Boluda mantiene la gestión, pero el comunicado conjunto habla de «sinergias» que benefician claramente a Rabat, que mueve más de 60 millones de toneladas anuales y aspira a dominar África.
Marruecos desembarca en Canarias
Atlántico Hoy alerta sobre el desembarco en Canarias, donde Boluda gestiona cinco terminales vitales para el abastecimiento insular, en un contexto de competencia desleal marroquí que ya amenaza empleos y soberanía logística.
Este acuerdo huele otra vez a capitulación económica de España. Mientras Marruecos rearma sus puertos con fondos europeos indirectos y presiona en Ceuta, Melilla y el Sáhara, empresas españolas abren la puerta a su infiltración.
Frente a esta amenaza, el Estado deberá priorizar puertos españoles como Algeciras y rechazar alianzas que fortalezcan al vecino africano.
