Un genocidio global ignorado que confirma la Lista Mundial de la Persecución de la organización Puertas Abiertas
En vísperas de la Navidad de 2025, mientras millones de católicos en todo el mundo celebran la Natividad, más de 380 millones de cristianos sufren persecución extrema por su fe en diversas partes del globo.
Esta cifra, confirmada por la Lista Mundial de la Persecución 2025 de la organización Puertas Abiertas, representa a uno de cada siete cristianos en el mundo que enfrentan discriminación, violencia o restricciones severas.
Países como Corea del Norte, Somalia, Yemen, Libia, Sudán, Eritrea y Nigeria encabezan la clasificación, donde la opresión islámica es un factor predominante en muchos casos, junto a regímenes autoritarios.
Un artículo publicado en La Gaceta titulado «El silencio de Occidente ante la persecución y el asesinato de cristianos a manos del islamismo: ‘Es un genocidio que no importa a casi nadie'», denuncia precisamente esta indiferencia global.
Islamismo radical
Firmado por Katina Mariani, el texto destaca cómo sacerdotes y misioneros católicos describen la situación como «un genocidio que no importa a casi nadie». El artículo enfatiza que, aunque la persecución afecta a más de 50 países, una gran parte se atribuye al islamismo radical, con epicentros en Nigeria, la República Democrática del Congo y Siria.
Según Puertas Abiertas, en el período analizado (octubre 2023-septiembre 2024), al menos 4.776 cristianos fueron asesinados por motivos relacionados con su fe, con Nigeria concentrando la mayoría de estos casos debido a ataques de grupos yihadistas como Boko Haram, ISWAP y militantes fulani.
Desplazamientos en el África subsahariana
En África subsahariana, la violencia ha desplazado a millones, cerrando cientos de iglesias y forzando conversiones o huidas masivas. En naciones como Somalia o Yemen, ser cristiano implica riesgo de ejecución inmediata si se descubre la fe.
El artículo de La Gaceta critica duramente el «silencio o mirada de perfil» de Occidente, recordando el Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que garantiza la libertad religiosa, pero que se vulnera sistemáticamente sin apenas reacción mediática o política.
Menciona iniciativas como la de VOX en el Parlamento Europeo, que ha pedido suspender financiación a países que no respeten la libertad religiosa cristiana y condenar estos actos.
Esta indiferencia contrasta con la realidad: en Siria, tras cambios políticos recientes, los cristianos temen un aumento de la inestabilidad bajo influencias islamistas; en Pakistán, leyes contra la blasfemia justifican persecuciones; y en regiones como el Sahel, el extremismo crece sin freno.
El grito de auxilio
Sacerdotes consultados por La Gaceta lanzan un grito de auxilio, recordando que el cristianismo, esencial para la identidad occidental, merece protección.
En esta Navidad, la oración por los perseguidos se hace urgente. Como señala el artículo de La Gaceta, este «genocidio silencioso» no genera la atención que merece, a pesar de su magnitud.
Organizaciones como Puertas Abiertas llaman a romper el silencio, apoyando a estas comunidades con oración, ayuda humanitaria y presión internacional. Solo así se podrá honrar el derecho básico a profesar la fe en paz.
