Estructura, deducciones y retenciones en salarios altos de IRPF y Seguridad Social: el Estado es el principal beneficiado de esa ‘nómina’
La nómina es el documento que detalla la remuneración mensual de un trabajador por cuenta ajena en España, reflejando ingresos brutos, deducciones y el salario neto que ingresa en la cuenta. En 2025, con actualizaciones en cotizaciones y bases, entender sus apartados principales es clave para empleados y empresas.
Apartados principales de la nómina
- Encabezado: Datos de la empresa (razón social, CIF, código de cotización a la Seguridad Social) y del trabajador (nombre, DNI, categoría profesional, antigüedad).
- Devengos: Ingresos percibidos. Incluye salario base (fijado por convenio), complementos (antigüedad, productividad, nocturnidad), pagas extras (prorrateadas o no), horas extras y percepciones no salariales (dietas, plus transporte, indemnizaciones).
- Deducciones: Cantidades restadas del bruto. Principales: cotizaciones a la Seguridad Social (parte del trabajador), retención de IRPF y otras (anticipos, embargos).
- Líquido a percibir: Salario neto tras deducciones.
- Bases de cotización: Al pie, se detalla la base para Seguridad Social e IRPF, con desglose de cuotas.
Retenciones de IRPF en salarios altos
El IRPF es progresivo y se divide en tramo estatal y autonómico (varía por comunidad). La retención mensual actúa como anticipo del impuesto anual.
Para salarios altos, como un médico con larga trayectoria en la administración pública que cobra más de 5.000 euros netos mensuales (bruto anual estimado superior a 90.000-100.000 euros, según complementos), la retención puede superar el 40-45%, dependiendo de circunstancias familiares y comunidad.
Tramos estatales aproximados 2025 (sumados autonómicos para residentes):
- Hasta 12.450 €: 19%
- 12.450-20.200 €: 24%
- 20.200-35.200 €: 30%
- 35.200-60.000 €: 37%
- 60.000-300.000 €: 45%
- Más de 300.000 €: 47%
Ejemplo: Un médico con bruto anual de 100.000 € podría tener retención media del 40-42%, reduciendo significativamente el neto.
Cotizaciones a la Seguridad Social
El trabajador aporta aproximadamente el 6,35-6,48% de su base de cotización (4,70% contingencias comunes + 1,55% desempleo + 0,10% formación + 0,13% MEI en 2025). La empresa paga el grueso (alrededor del 30%).
Un punto controvertido: la cotización del trabajador se descuenta de la nómina, pero tradicionalmente no aparece desglosada de forma obligatoria como «retención previa».
Los empresarios, a través de CEOE, reclaman mayor transparencia, proponiendo que figure explícitamente o incluso que el trabajador reciba el bruto total y abone después su parte, para concienciar sobre el coste laboral real.
En 2025, la base máxima de cotización es 4.909,50 € mensuales, limitando aportaciones en salarios muy altos.
En España, un trabajador que percibe 5.000 euros netos mensuales (aproximadamente 70.000 euros netos anuales en 14 pagas) implica un coste significativamente mayor para la empresa debido a deducciones obligatorias como cotizaciones a la Seguridad Social e IRPF.
Estimación del salario bruto
Para llegar a 5.000 € netos/mes (asumiendo 14 pagas, soltero sin hijos, contrato indefinido y comunidad autónoma media como Madrid):
- Salario bruto mensual aproximado: 7.800-8.500 euros (bruto anual: 109.000-119.000 €).
- Deducciones principales:
- Cotización trabajador Seguridad Social: ~6,48% (incluye contingencias comunes 4,70%, desempleo, formación y MEI 0,13%).
- IRPF: ~38-42% efectivo (tramos progresivos hasta 45-47%, más autonómico).
Porcentaje de deducciones totales
Del bruto al neto, las deducciones representan aproximadamente el 38-42%:
- Seguridad Social (parte trabajador): 6-7%.
- IRPF: 32-35% (en salarios altos, por progresividad).
Coste total para la empresa
La empresa paga el bruto + su cotización a Seguridad Social (~30-31%, incluyendo 23,60% contingencias comunes, MEI 0,67% y otros). Para este caso:
- Coste mensual total: 10.200-11.000 euros aprox.
- Adicional por SS empresarial: ~2.400-2.600 €/mes (aunque topado en base máxima de 4.909,50 €/mes en 2025, más cuota solidaridad en exceso).
El coste real supera en un 30-35% el bruto, destacando el impacto en competitividad empresarial.
Muchos se plantean por qué paga la empresa la mayor parte de la Seguridad Social, no el trabajador como los autónomos.
Históricamente, el sistema (desde la Ley de Seguridad Social de 1963) asigna el grueso a la empresa para proteger al trabajador (evitar reducciones salariales directas) y fomentar empleo estable.
Los autónomos pagan todo (~30%) porque son «empresario y trabajador». Aunque parece «lógico» que el trabajador pague todo (incluyéndolo en bruto y descontándolo), el modelo actual considera la cotización empresarial como coste laboral no salarial.
Empresarios (CEOE) proponen mayor transparencia o traslado parcial al trabajador para concienciar sobre costes reales, pero sindicatos lo rechazan por riesgo de bajada salarial neta. El Estado recauda vía empresa para simplificar administración.












