En 2025, el PSOE y la izquierda hacen crecer chiringuitos con cursos como “movilidad ciclista y género” o “autopercepción de mujeres frente al espejo”
En un nuevo episodio de la doble moral del PSOE, el feminismo proclamado por el Gobierno de Pedro Sánchez revela su verdadero rostro. Es decir, un activismo superficial obsesionado con el lenguaje inclusivo, mientras ignora estudios serios sobre la violencia machista que azota a millones de mujeres en España.
Según un análisis exhaustivo, el Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, ha dedicado recursos ingentes a producir 120 guías de lenguaje no sexista, siete obras extensas sobre el tema y diez cursos virtuales de igualdad. ¿Y sobre el origen de la violencia y los crímenes hacia la mujer? Cero estudios científicos, a pesar de un presupuesto de 27,81 millones de euros dilapidados en programas irrelevantes como «movilidad ciclista y género» o «autopercepción de la imagen de las mujeres en entornos digitales».
Pablo Iglesias e Irene Montero
Este enfoque identitario, que destaca VozPópuli, heredado de las influencias de Pablo Iglesias e Irene Montero, prioriza lo simbólico sobre lo sustancial.
Mientras el PSOE se jacta de su compromiso feminista desde los tiempos de Zapatero, instituciones como el Instituto Cervantes o las Cortes Generales imponen léxicos no sexistas, ignorando informes de la Real Academia Española que desmontan la necesidad de tal «cruzada lingüística».
Carmen Calvo
Carmen Calvo, ahora al frente del Consejo de Estado, insiste en que «el lenguaje inclusivo no es destrozar la lengua», pero ¿de qué sirve renombrar el «Consejo de Ministros» como «de Ministros y Ministras» si no se atajan las raíces de la violencia?
Los datos son alarmantes: 4,8 millones de mujeres han sufrido violencia de pareja o expareja, según la Encuesta Europea sobre Violencia de Género, y las tasas de mortalidad se mantienen estables.
Sin embargo, el Ministerio de Igualdad se centra en asistencia postraumática en lugar de prevención multidisciplinar. Observatorios clave, como el de Igualdad de Oportunidades, llevan inactivos desde 2010, y el Consejo de Participación de la Mujer no se reúne desde febrero de 2024.
Eventos con perspectiva de género
En su lugar, proliferan subsidios a asociaciones afines y eventos culturales con perspectiva de género, como periodismo deportivo o salud digital, que poco hacen por erradicar el machismo real.
Esta deriva woke del socialismo no solo despilfarra dinero público, sino que traiciona a las mujeres españolas al anteponer ideología a la seguridad.
Banderas violetas
Mientras el PSOE se envuelve en banderas violetas, ignora a pensadoras feministas clásicas como Celia Amorós o Amelia Valcárcel, optando por un feminismo de postureo que divide en lugar de unir.
Por ello, el sentir de mucha gente normal es el de que es hora de que la izquierda abandone su hipocresía y enfoque esfuerzos en políticas conservadoras efectivas: más inversión en prevención, educación familiar y justicia rápida contra los agresores, sobre todo los inmigrantes para que sean deportados de inmediato a sus países de origen
Solo así se protegerá de verdad a las víctimas, en vez de perderse en debates estériles sobre pronombres. El verdadero feminismo no necesita adornos lingüísticos; necesita acción concreta.
