«Hemos recibido garantías suficientes para afirmar que se reforzará la independencia del poder judicial en Hungría», declaró Didier Reynders, Comisario Europeo de Justicia.
La Comisión Europea permitió el miércoles el desbloqueo de 10.000 millones de euros de fondos de cohesión para Hungría, casi un año después de que el dinero fuera congelado por la supuesta incapacidad del país para resolver los supuestos del Estado de Derecho.
En sus decisiones, el 22 de diciembre de 2022, por las que se aprobaban los fondos de Hungría para la política de cohesión, los fondos marítimos y pesqueros y los fondos para asuntos de interior, la Comisión consideró que Hungría no cumplía la condición de habilitación horizontal de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE debido a varios problemas, entre ellos el de la supuesta falta de independencia judicial.
Tras una evaluación exhaustiva y varios intercambios con el Gobierno húngaro, la Comisión considera que Hungría ha tomado las medidas que se comprometió a tomar para que la Comisión considere que se cumple la condición de habilitación horizontal de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE en lo que respecta a la independencia judicial.
«Hemos recibido garantías suficientes para afirmar que se reforzará la independencia del poder judicial en Hungría», declaró Didier Reynders, Comisario Europeo de Justicia.
Aunque todo parece indicar una cosa, todo ha sido un «juego político». Es decir, Orbán ha estado intentado reclamar parte de estos fondos desde hace tiempo, pero la UE se los ha bloqueado no debido a la situación de Hungría con el Estado de Derecho, sino por sus políticas conservadoras. En el momento en que se acercaba la aprobación de la iniciación de negociaciones con Ucrania, algo que el ejecutivo húngaro rechazaba, les devolvieron el dinero para evitar que Hungría vetara dicha iniciación.
Orbán se fue de las negociaciones, absteniéndose a votar. Por eso mismo, se aprobó la iniciación de negociaciones con Ucrania y Moldavia. Si Orbán se hubiera quedado y hubiese votado en contra, dicha iniciación no habría ocurrido, y es muy probable que los fondos a Hungría se hubieran vuelto a congelar.
«Iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania es una mala decisión», afirmó Orbán.
