En el transcurso de la operación ‘Veneratio’, llevada a cabo por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Paraguay este lunes, se registraron al menos doce heridos y una persona fallecida. El principal objetivo de la operación era recuperar el control de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, que había sido tomada por el grupo criminal destacado conocido como clan Rotela, liderado por Armando Javier Rotela.
Un contingente de 1.100 agentes de Policía y 1.218 miembros de las Fuerzas Armadas participaron en este operativo, resultando en al menos una persona fallecida y doce heridos, según informaron las autoridades sanitarias de Paraguay, según el diario local ‘ABC Color’.
Entre los heridos se encuentran cinco reclusos, cinco agentes de Policía y dos militares, todos ellos fuera de peligro. El fallecido fue un agente de Policía que perdió la vida en instalaciones sanitarias después de sufrir una herida en la cabeza, aparentemente causada por un hacha o un machete.
A medida que las fuerzas de seguridad aseguraban el control en diferentes áreas de la prisión, trasladaron a cientos de presos, incluyendo algunos de los principales colaboradores de Rotela, hacia otras cárceles del país en autobuses.
La Fiscalía señaló que la cantidad total de reclusos trasladados a otros centros de seguridad del país podría ascender a alrededor de 700 internos. Rotela, finalmente, se rindió después de que los agentes y militares lo ubicaran en la prisión de Tacumbú tras casi cuatro horas de operativo.
En octubre del año pasado, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, señaló que la Penitenciaría Nacional de Tacumbú es una estructura «superpoblada», albergando a 2.700 reclusos.
El 13 de diciembre pasado, el ministro de Justicia, Ángel Barchini, y el viceministro Nicora lideraron una operación de registro en Tacumbú, durante la cual se confiscaron estupefacientes, armas de fabricación casera e incluso se descubrió un gallo destinado a riñas dentro del penal. EFE







