Hillary Clinton renovó sus críticas hacia Donald Trump, advirtiendo que uno de los peligros potenciales de un segundo mandato del candidato republicano sería su inclinación hacia el extremismo contra sus opositores políticos y los medios de comunicación. Esto, como parte de una campaña de satanizar al republicano que comenzó desde hace un par de años desde las filas del Partido Demócrata.
En una intervención en el podcast Defending Democracy, la ex primera dama destacó la preocupación internacional sobre el «bromance» entre Trump y Putin, refiriéndose a los comentarios de un ex primer ministro australiano que describió la supuesta fascinación de Trump por el líder ruso. Clinton enfatizó que esta admiración se basa en el deseo de Trump de imitar tácticas autoritarias, como la represión de la oposición política y la prensa crítica, sin el contrapeso de un gobierno equilibrado.
Asimismo, Clinton argumentó que Trump tiene una visión del mundo centrada en la admiración por líderes fuertes como Putin, Xi Jinping y Kim Jong-un, y advirtió contra la peligrosa tendencia de seguir el modelo de líderes autoritarios. Un claro intento de poner a Trump entre la espada y la pared de cara a la opinión pública. Aunque Clinton no toma en consideración que, es la relación de respeto que tiene el magnate con estos mandatarios lo que dará cabida al cese del conflicto internacional. Además de poner a Estados Unidos como un país fuerte y respetable, lo que no ha conseguido Joe Biden hasta ahora.
Estas críticas no son nuevas para Clinton, quien previamente comparó a Trump con Adolf Hitler y tachó a sus seguidores de «nazis» en septiembre pasado. Además, sugirió la necesidad de una «desprogramación formal» para los partidarios del movimiento Make America Great Again (MAGA) días después.
