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Inversores internacionales huyen de Brasil por las asfixiantes medidas de Lula

La desconfianza que genera el Gobierno de Lula ha provocado la salida de casi 5.000 millones de dólares del país

Desde el inicio del año, el dólar ha experimentado un incremento del 8,7% en relación con el Real brasileño. Sin embargo, al término de la jornada del martes, el tipo de cambio registró un aumento diario superior al 1,6%, alcanzando niveles récord.

El cierre del martes situó la paridad del dólar en 5,27 reales, el valor más alto desde marzo de 2023. Esta marcada depreciación de la moneda brasileña resaltó entre otras divisas latinoamericanas, todas las cuales se vieron afectadas por la postura monetaria conservadora recientemente adoptada por la Reserva Federal bajo el liderazgo de Jerome Powell.

El dato de inflación en Estados Unidos para el mes de marzo superó las expectativas, con un incremento del 3,5%. Esto hace más probable que la Reserva Federal evite reducir su tasa de referencia en el corto plazo o, en su defecto, que lo haga de manera gradual. Esta situación tuvo repercusiones en todas las monedas de la región, pero en el caso de Brasil, también se vieron afectadas por factores internos.

Las políticas de Lula llevan a Brasil al desastre

La política fiscal del Gobierno socialista parece estar descontrolada. El resultado primario del Gobierno federal (excluyendo Estados locales y municipalidades) registró un déficit equivalente al 2,55% del PBI en febrero, el más alto desde el inicio de la pandemia. Al asumir su cargo, el Presidente Lula da Silva heredó un superávit primario del 0,56% del PBI en enero del año pasado.

Considerando el peso significativo de los intereses de la deuda del país, el resultado financiero alcanzó un déficit récord del 7,7% del PBI en febrero, algo no visto desde julio de 2021. Es importante destacar que al inicio del mandato de Lula, el déficit financiero representaba el 4,32% del producto bruto, casi duplicándose en 13 meses.

A pesar de las críticas contundentes del Gobierno socialista hacia la independencia del Banco Central de Brasil, heredada de la administración de Jair Bolsonaro, no lograron revertir su autonomía y recurrieron al endeudamiento como principal vía para cubrir la brecha fiscal. La carga de intereses por la deuda pública aumentó del 4,88% al 5,15% del PBI desde enero de 2023.

Las pésimas políticas de Lula espanta la inversión extranjera

El desajuste en la política fiscal plantea interrogantes sobre la eficacia de la política monetaria. A pesar de la autonomía legal, persisten dudas sobre la sostenibilidad del actual déficit, lo que se refleja en un endeudamiento continuo. Esto disminuye el impacto disciplinario de la tasa de referencia SELIC, lo que a su vez se proyecta como un factor que afectará negativamente la actividad económica real.

Esta situación adversa ha llevado a que Brasil pierda atractivo para la inversión extranjera. La firma Goldman Sachs ha recomendado deshacer posiciones en empresas públicas brasileñas debido a una mayor interferencia política del Gobierno. Como resultado de la falta de confianza en el futuro desempeño de Brasil, se ha registrado una salida de al menos US$ 4.227 millones (21.000 millones de reales) por parte de inversores extranjeros en el país.

La depreciación del real tendrá un impacto mayormente negativo en el saldo exportador de las empresas argentinas, especialmente en un contexto de apreciación del peso frente al dólar.

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