Así lo afirma el doctor en Medicina, Joan Ramón Laporte, en su polémico libro en el que pone en duda el sector farmacéutico mundial
Es profesor honorario de la Universidad Autónoma de Barcelona, doctor en Medicina y especialista en Farmacología Clínica. Hablamos de Joan Ramón Laporte. Está de actualidad porque acaba de lanzar un libro: Crónica de una sociedad intoxicada, “una obra exhaustiva sobre la investigación, desarrollo, regulación y el consumo de fármacos de la sociedad actual, en la que revela los intereses y las prácticas de las compañías farmacéuticas, legisladores y reguladores”.
En ella, este prestigioso doctor habla alto y claro: “la mitad de los fármacos son recetados de manera innecesaria«. «Sufrimos una epidemia silenciosa de efectos adversos a los medicamentos que en España son causa de más de medio millón de ingresos hospitalarios y, como mínimo, 16.000 muertes al año».
Laporte, que se ha generado muchísimos críticos a su alrededor desde su intervención en el Parlamento, señala en este libro además que «los Estados miran hacia otro lado cuando se exageran o se inventan enfermedades para que millones de personas sanas sean convertidas en pacientes que toman medicamentos que no necesitan».
En la Comisión Parlamentaria sobre las vacunas Covid-19
Pero este gran experto y especialista en asuntos farmacológicos cuenta con el atrevimiento suficiente «para denunciar las cosas que sé». Y así lo hizo en febrero de 2022, durante su intervención en la comisión parlamentaria sobre la gestión de las vacunas del Covid-19.
Allí cuestionó sin ambages, tras lo que fue llamado negacionista, conspiracionista y desechado por sus colegas, la eficacia de las vacunas incluso para evitar contagios. Tenía razón, tal y como publicamos ayer en LA BANDERA. Sanidad confirmó que el 30 por ciento de los afectados por el coronavirus se habían vacunado, con lo cual, las farmacéuticas y el Gobierno mintieron abiertamente al hablar de porcentajes de inmunización cercanos al 100 por 100 de la población.
Polimedicación como norma
En esa comparecencia, este doctor, uno de los más reputados de España, ahora tachado de poco menos que de loco, advirtió de que «en los últimos 20 años, en los países ricos, el consumo de medicamentos se ha duplicado. La polimedicación es la norma. De cada dos personas mayores de 70 años, una toma cinco o más medicamentos de forma continuada», y que «curar no es negocio».
Y cómo nació la idea de este libro que acaba de publicar. Pues nació tras su comparecencia… “Viendo toda aquella agresividad en las políticas vacunales, las mascarillas y, sobre todo, el pasaporte Covid, y los comentarios fuera de órbita de personas que no sabían de lo que hablaban, me surgió la idea de escribir un libro y explicar que estamos en una sociedad que toma demasiados medicamentos, y esto hace que tengamos efectos indeseados, que en el 80% de los casos no son necesarios”.
Vacunación como experimento global
Para él, está claro, que “la vacunación masiva supuso un experimento global”. Y él no es cualquiera, es especialista en farmacología clínica. Y ante el Congreso derribó el mito de las farmacéuticas respecto a las vacunas Covid.
“Los resultados de los primeros ensayos clínicos sobre las vacunas de Pfizer y Moderna publicados en diciembre de 2020 mostraron valores de eficacia preventiva de cerca del 90% o más. Parecían convincentes. Y el mundo parecía respirar con la perspectiva de las vacunas, pero debíamos ser conscientes de que entrabamos en un experimento preventivo vacunal global por su extensión y por la nueva tecnología que entrañaba”.
Explicó entonces que “un ensayo clínico de vacunas o de cualquier medicamento da información que es preliminar, que debe ser comprobada en la práctica. Por ejemplo, en el ensayo clínico de la vacuna de Pfizer con más de 43.000 participantes, solo cinco de estos 43.000 fueron de edad mayor de 85 años y solo un 4% mayores de 74 años, un ensayo clínico hecho en poblaciones que no eran las más vulnerables a la enfermedad”.
Diseño a dedo de los ensayos clínicos
“Los ensayos clínicos de medicamentos y vacunas son diseñados, realizados e interpretados por la compañía promotora, el control de calidad de los datos recogidos también corre a cuenta del promotor y el control de la gestión de datos por las administraciones públicas se basa en inspecciones que son solamente muy ocasionales”.
Fue muy claro, muy conciso y despertó la alarma entre sus colegas, las farmacéuticas y el Gobierno (fue tendencia en Maldita.es). Era el primer experto que cuestionaba de forma contundente y pública, un experto ajena a teorías negacionistas y con toda la razón del mundo, la vacunación global y a las propias farmacéuticas.









Jue 25 abril 2024 @ 21:10
Un crack.