Sánchez ha instado a la sociedad al ‘rechazo colectivo’ contra los criminalizados en su discurso sin concretar cómo legislará contra ellos
En una mezcla de victimismo y agresividad contra la oposición a su gobierno, Sánchez anunció esta mañana a las 11:00 que sigue en el poder y anticipa una ‘regeneración’ ante los ataques a una ‘democracia’ que pasa a personificar.
«Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades. Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente de la presidencia», dijo Sánchez.
Si bien Sánchez no concretó cómo va a legislar contra quienes ha criminalizado hoy, en su discurso marcó para sus conmilitones, medios y organizaciones subvencionadas el argumentario, frases hechas y adjetivos con los que atacar a quienes señalen como enemigos de la ‘democracia’.
Discurso distópico sobre la ‘regeneración pendiente’ de la democracia
En un discurso distópico, Sánchez equiparó su gobierno con la democracia en sí y a quién se le oponga, denuncie o investigue su acción, como atacantes de la ‘democracia’, asumida para sí por el Ejecutivo socialista.
Desde esta misma mañana, cualquier acto desfavorable al gobierno será tachado de ‘ataque a la democracia’ y al ‘estado de derecho’ y el autor será susceptible de sufrir las consecuencias de la movilización de una presunta ‘mayoría social’ a la que conminó Sánchez.
En una idéntica inversión de términos de sus correligionarios chavistas, como si España no fuera un régimen constitucional desde hace medio siglo, Sánchez calificó su llamada al enfrentamiento social como una ‘regeneración pendiente’ y ‘reflexión colectiva‘.
Llama a la confrontación social contra quien ‘ataca a la democracia’
El socialista enmarcó su situación en parte de una conspiración conservadora mundial para la que todo vale, pero no concretó las medidas de ‘renovación democrática’ que impondrá para combatir lo que llamó ‘fango‘, que inicialmente queda a cargo de una movilización social a la que clamó.
«Porque esto no va del destino de un dirigente particular. Eso es lo de menos. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Y creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva.»
«Solo hay una manera de revertir esta situación. Que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo», añadió.
Según Sánchez, su carta de la pasada semana no tenía motivación política, si bien repitió en repetidas ocasiones que la sociedad debe iniciar un ‘rechazo colectivo’ contra los señalados por él, sin concretar las medidas que adoptará al respecto.
Califica de ‘mayoría social’ a las escenificaciones de apoyo organizadas por su propio partido
Sánchez agradeció las muestras de ‘empatía’ y la ‘movilización social’ organizada por su partido y afirmó que influyeron en su decisión de permanecer en Moncloa.
«Esto nada tiene que ver con el legítimo debate entre opciones políticas. Tiene que ver con las reglas del juego«, aseveró el socio parlamentario de Bildu.
Criminalizar a quienes auditan al gobierno se llama desde hoy: ‘regeneración’
Respecto a los escándalos que salpican a su gobierno, a él y a su entorno, el socialista dijo que «Si consentimos que los bulos deliberados dirigen o dirijan el debate político, si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro estado de derecho».
Citando sin nombrarla a su mujer, cuyos negocios están bajo la lupa judicial, Sánchez dijo que «si permitimos que se vuelva a relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido, si en definitiva permitimos que la sinrazón se convierta en rutina, la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia».
«Exigir resistencia incondicional a los líderes objeto de esa estrategia es poner el foco en las víctimas«, se lamentó Sánchez, en la misma línea de victimización marcada en su carta.








