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El Gobierno quiere controlar el Black Friday y los ‘Días sin IVA’ para reforzar “la compra reflexiva”

El Ministerio de Consumo y Agenda 2030 prepara una campaña para influenciar a los más jóvenes y evitar así la “compra impulsiva” en estos períodos

El Gobierno quiere poner coto a las campañas de Black Friday, a los Días Sin Iva de Mediamarkt o a la Semana Fantástica de El Corte Inglés. Y lo quiere hacer lanzando unas campañas dirigidas e enseñar a los jóvenes que comprar compulsivamente es malo, que muchas veces se dejan engañar y son timados por los empresarios y grandes almacenes.

Por ello, desde Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, ministerio en manos de la ultraizquierda, prepara una campaña para tratar de influenciar a la población para que realice un consumo responsable en campañas específicas, como por ejemplo, los ‘8 días de oro’ de El Corte Inglés o el Día sin Iva de Mediamarkt.

Esta campaña estará dirigida al público general, pero, principalmente, a la juventud, como colectivo proactivo en llevar a cabo acciones de compra impulsiva en estos periodos y por estar “menos familiarizados con la reparación de las prendas”.

Actividad supervisora

El Gobierno considera que “las autoridades de control de mercado tienen más difícil llevar a cabo su actividad supervisora en relación con la indicación de precios de descuento, al poderse producir estas rebajas a lo largo del año”.

Por eso, el propio Ministerio de Consumo está también pendiente de estas presuntas rebajas engañosas, hasta monitorizar diariamente más de 1.100 productos durante los dos meses previos al Black Friday.

Una compra «reflexiva y planificada»

 Pero, en definitiva, esta campaña busca “reforzar la compra reflexiva y planificada, según las necesidades reales”.

Porque para la ultraizquierda, las campañas de el Corte Inglés (que se llevan realizando toda una vida) o las más modernas del descuento del IVA son muy perjudiciales para los consumidores. Dicen que no hacen más que consolidar la cultura de las “compras por impulso”, especialmente entre los consumidores más jóvenes, con el único objetivo de aumentar los niveles de facturación de las compañías que las promocionan y que participan de ellas.

El Ministerio de la Agenda 2030 está preparado para responder con una campaña propia, es decir, con fondos públicos desde la que, concienciar a los consumidores e inducirlos hacia prácticas de compra más responsables y reflexivas, y desde la que además instruir en las bondades de la reparación y de la reutilización, pilares centrales de la cultura globalista que impulsa la Agenda 2030 y la Unión Europea.

En busca de la agencia adecuada

Para la puesta en marcha de esta campaña, y según adelanta El Confidencial, el Ministerio de Consumo se encontraría ya en busca de una agencia creativa capaz de armar la campaña en los términos ya expuestos. Términos entre los que se encontraría además el que sus activaciones se pusieran en marcha de manera estratégica para enfrentarse a los mensajes promocionales lanzados por los operadores minoristas, coincidiendo en fechas con las jornadas más dadas a la proliferación de las “compras impulsivas”.

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