Saltar el contenido

Bulnes es el pueblo más aislado de España y no se puede llegar a él por carretera

España esconde destinos únicos, lugares ideales para desconectar, olvidarte del mundo exterior y dejar de lado el estrés y la ansiedad

España esconde una cantidad ingente de pueblos que ni el progreso ha podido con su aislamiento geográfico por su difícil y complicado acceso. Se trata, con frecuencia de lugares con mucho encanto, generalmente rodeados de naturaleza y de mitos y leyendas; inundados de paz y tranquilidad. Suelen estar apartados de las principales carreteras e incluso a veces, debido a su geografía, la única forma de llegar hasta ellos es andando o en funicular, como es el caso de Bulnes.

Estos destinos únicos en España son lugares ideales para desconectar, olvidarte del mundo exterior y dejar de lado el estrés, la ansiedad y la vorágine del día a día.  Por eso, si aún no has disfrutado de tus vacaciones estivales, aquí en LA BANDERA te vamos a hablar de algunos de esos municipios únicos e idílicos, donde te sentirás único y excluido del ruido ensordecedor de las ciudades.

Hablamos, principalmente de Bulnes (Asturias), único pueblo de España al que no se puede llegar por carretera; su ubicación en plenos Picos de Europa no lo ha puesto muy fácil. Para alcanzar las primeras casas hay dos opciones: un sendero de unos cuatro kilómetros que te lleva desde Poncebos o subir en funicular, lo que te llevará unos siete cómodos minutos. 

Sus casas de piedra

Una vez arriba te enamorarán sus casas de piedras tan bien conservadas y los impresionantes paisajes que rodean a este pueblo asturiano.

Bulnes era conocido por ser el último pueblo sin acceso rodado de Asturias y uno de los más incomunicados y aislados del país. De hecho, hasta hace relativamente poco, solo se podía llegar a Bulnes por un sendero que había sido tallado entre las rocas de unos cuatro kilómetros. Así, cada vez que un habitante quería ir hasta la población vecina de Poncebos tenía que atravesar el sendero, o bien andando o con la ayuda de mulas durante aproximadamente dos horas.

Y en 2001 llegó el funicular a Bulnes

Por fortuna, en 2001 llegó el funicular a Bulnes y así se pueden recorrer estos 2.227 metros que separan Poncebos de Bulnes en tan solo siete minutos.

Además, Bulnes hacia finales del siglo XX no disponía de electricidad y estaba totalmente incomunicado. El turista que recibían era sobre todo enfocado a la montaña. No obstante, hoy todavía lo sigue siendo.

Y ¿qué hacer en Bulnes? Simplemente, disfrutar de una increíble belleza paisajística, o hacer senderismo, visitar la rústica aldea y los pueblos vecinos, degustar un buen queso de Cabrales… Pero es imprescindible descubrir alguno de los miradores desde donde obtener unas vistas fantásticas del pico Urriellu y de la villa.

Os de Civis

Además, de Bulnes, la web de Escapa Rural destaca otros cuatro pueblos aislados y de difícil acceso. Es el caso de población de Os de Civis; uno de esos lugares en los que parece que el tiempo se ha detenido y curiosa porque, aunque forme parte de Lérida, se accede a través de otro país: Andorra.

Es un lugar geográficamente único y singular con poco más de 80 habitantes durante todo el año. La mayoría de los habitantes son andorranos, sus padres o abuelos ya residían aquí y han vuelto al pueblo reformando las casas de sus familiares.

Este pueblo se ha quedado aislado en varias ocasiones como en 1982 por las inundaciones, pero los habitantes se negaron a irse ya que temían que nunca más se arreglara la carretera y se volviera imposible vivir allí.

Os de Civis es uno de los pueblos más bonitos del Pirineo. Sus casas de piedra y pizarra se mimetizan con el entorno e incluso se adaptan a él.

Bandujo

Otro de esos pueblos casi inaccesibles se encuentra también en Asturias. Hablamos de Bandujo, que fue el pueblo medieval más aislado de España. Antiguamente solo se podía llegar a él andando a través de una antigua calzada romana llamada la Senda del Oso, ruta de 50 kilómetros que atraviesa Asturias en forma de Y.

Hasta el siglo XX no se construyó la carretera para acceder a él y hasta 1980 no llegó el agua corriente ni la electricidad.

Paradilla de Gordón

Y seguimos nuestro particular periplo en Paradilla de Gordón, en la provincia de León. Se declaró República Independiente y actualmente cuenta con aproximadamente cuatro habitantes que dan la bienvenida a todo aquel que quiera conocer más de la población.

Para poder llegar hasta la población hay que conducir por una carretera muy estrecha, y llama la atención la pendiente a la que se ha de hacer frente, la cual va de un 10-12%. Pero vale la pena por las vistas que esperan al final del camino, la preciosa iglesia de estilo románico y la denominada Senda del Celorio.

Cuevas del Agua

Y finalizamos en Cuevas, también en Asturias, el único pueblo de España al que se accede a través de una cueva natural, conocida como La Cuevona, de 300 metros de recorrido. Este ha sido el único acceso a la población y ha estado desde tiempos inmemorables.

Si bien es cierto que se ha tenido que adaptar para el paso de vehículos, sigue siendo la misma cueva natural que unía a la villa de Cuevas del Agua con el resto de las poblaciones de Ribadesella.

Al cruzar la cueva llegamos a la escondida población de Cuevas, situada a orillas del río Sella, con tan solo 50 habitantes pero con la mayor cantidad de hórreos de la zona. Los hórreos son construcciones destinadas a guardar y conservar los alimentos, permitiéndolos mantener fuera del alcance de otros animales y la humedad. 

Deja tu respuesta