La media socialcomunista ha provocado una incertidumbre e inseguridad entre los propietarios de viviendas en alquiler
El Gobierno del Sanchismo quiere, a toda costa, que se aplique, a pies juntillas, la Ley de la Vivienda, promovida por la ultraizquierda de Bildu y los socios más radicales del Gobierno con sello PSOE.
Y solo hay una Comunidad que la lleva aplicando en todos sus términos, o al menos los más deseados por los radicales socialcomunistas. Es Cataluña, ahora comanda por el Socialismo pseudo independentista.
Pero la realidad, lo apuntan los datos, es que la Ley de Vivienda no funciona en Cataluña; allí, los precios de los pisos suban más que nunca y los alquileres están por las nubes.
Cataluña, en virtud de la Ley de la Vivienda, impuso su control férreo en las zonas tensionadas y que afectaban a los alquileres. Sin embargo, el intervencionismo, y tras un año de aplicación, a pesar de lo que afirme el Sanchismo, ha provocado el efecto contrario: los precios han subido y las opciones para alquiler son menores que antes.
Según Francisco Iñareta, analista del portal inmobiliario Idealista, en declaraciones recientes de Antena 3, los resultados son muy negativos: «los resultados han sido desastrosos para el mercado, frente a 2019 la oferta disponible se ha reducido un 65% en la ciudad de Barcelona, se ha multiplicado por siete el número de familias que compiten por cada vivienda y el precio ha crecido un 33%«.
Restricciones para los propietarios
Antena 3 explicaba el funcionamiento de la normativa sobre la Ley de la Vivienda. Se establecen una serie de restricciones para los propietarios en las zonas tensionadas. Lo que han hecho muchos ha sido cambiar el tipo de alquiler, pasando de ofrecer un alquiler tradicional o un alquiler temporal, algo que permite esquivar la Ley de Vivienda. Así los propietarios prefieren ahora alquilar a estudiantes de forma temporal de septiembre a junio y dejar los pisos vacíos en verano, de tal forma que esquiven a la ley.
De esta manera, el número de viviendas de alquiler tradicional se ha reducido drásticamente, y al no haber suficiente alquiler tradicional, las familias se tienen que pelear más por conseguir cada vivienda. “Menos vivienda, más personas interesadas, lleva a una subida automática de precios que hace que solo las rentas más altas puedan acceder al alquiler en las grandes ciudades como Barcelona”, afirma los expertos para Antena 3 que recogemos en LA BANDERA.
40.000 pisos menos en alquiler
Por otra parte, y tras el primer año de la Ley de la Vivienda, que se produjo poco antes del verano, el balance también fue muy negativo en toda la geografía nacional. 40.000 pisos menos en alquiler en España y con la previsión de que a lo largo de este ejercicio desparezcan del mercado otras 60.000 viviendas más, de las que el 40% serán en Cataluña, única región, como hemos dicho, que está aplicando el control de precios.
Este ajuste de la oferta en 40.000 viviendas se ha producido por la incertidumbre e inseguridad jurídica que desató la normativa entre los propietarios de viviendas en alquiler, ya que la medida estrella de la nueva ley, que es la posibilidad de aplicar un tope a las rentas mediante la declaración de zona tensionada, no ha estado disponible hasta el pasado marzo.
La subida de la vivienda en alquiler
Estas son la cifras que maneja Alquiler Seguro, que apunta que además los precios han seguido creciendo. Concretamente, el precio medio del alquiler en España era de 906 euros en 2022, mientras que el 2023 cerró en los 1.002 euros, un incremento que se debe «principalmente al desajuste entre la oferta y la demanda», explican desde el Observatorio del Alquiler, creado por la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, que además, prevé que para este 2024 los precios seguirán subiendo hasta alcanzar una media de 1.069 euros, lo que supone un incremento del 6,68%.
Este encarecimiento de la vivienda se debe, tal y como recogía El Economista, a que la presión de la demanda sobre la oferta también ha aumentado en este último año. Así, mientras que en 2022 se interesaban 37 personas por una vivienda en alquiler a lo largo de los diez primeros días de publicarse el anuncio, en 2023 «nos encontramos en una media nacional de 45 solicitudes, que en lo que llevamos de 2024 ya han alcanzado las 50«.








