La designación de las sedes para el Mundial de Fútbol 2030 sigue generando debate, especialmente en relación con el futuro de La Rosaleda como una de las candidatas españolas. Según diversos medios, Valencia tendría asegurada su inclusión en el proyecto por mandato de la FIFA, lo que implicaría una reducción de tres sedes en el listado inicial, dos de ellas en España. Este ajuste ha despertado preocupación sobre la posible exclusión de Málaga y su emblemático estadio.
La ciudad lleva más de tres años trabajando para consolidarse como sede, y la posibilidad de quedar fuera sería un duro golpe para las aspiraciones deportivas y económicas de la región.
Declaraciones del alcalde de Málaga: Tranquilidad, pero sin certezas
Ante el creciente nerviosismo, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha buscado calmar los ánimos. En declaraciones a La Opinión de Málaga, aseguró:
«No tenemos noticias de que Málaga vaya a quedarse fuera del Mundial».
Aunque sus palabras aportan algo de tranquilidad, no descartó completamente el riesgo de exclusión. Por el momento, las instituciones locales y regionales —incluyendo el Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial— mantienen su compromiso con el proyecto y continúan trabajando bajo las mismas condiciones de las últimas semanas.
La Rosaleda: Obras pendientes para el Mundial
Uno de los puntos clave para garantizar la participación de Málaga como sede es la transformación de La Rosaleda. El estadio de Martiricos necesita una reforma integral para alcanzar una capacidad de 45.000 espectadores y cumplir con los estándares de modernidad que exige la FIFA para el evento. Estas obras son imprescindibles para que el recinto se posicione como un estadio del siglo XXI y esté a la altura de una cita mundialista.
Un futuro aún incierto
Mientras se espera una confirmación oficial por parte de la FIFA, las instituciones locales mantienen su confianza en el proyecto. Málaga y La Rosaleda continúan, hasta ahora, como parte del listado de sedes del Mundial 2030. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y los próximos meses serán cruciales para definir el destino de la ciudad en esta histórica competición.
